Quinto malo

¿El diálogo es asunto de dos?

Este domingo 30 de octubre, se instala en la isla de Margarita, estado Nueva Esparta, uno de los espacios de Diálogo en los que tanto ha insistido la Revolución Bolivariana y Chavista, desde su nacimiento.

Fíjense bien en que digo Revolución Bolivariana y Chavista y no Gobierno Bolivariano ni Gobierno que preside constitucionalmente el camarada Nicolás Maduro. Son detalles. Detalles que hacen surcos de grandes diferencias. Esta Revolución es Diálogo claro desde su nacimiento.

Consecuente con mis criterios, reiteradamente expresados de manera pública en espacios de comunicación masiva como éste, el diálogo sólo es posible entre partes que asumen un código afín de comunicación. "Hablar el mismo idioma" no significa que uno pueda entenderse en castellano, en venezolano, significa que uno pueda entenderse en los mismos códigos de clase. Por eso, no me imagino a ricos dialogando con pobres sino explotándolos. No sé cómo puede un proletario, atado a las cadenas de la explotación capitalista y sin medios de producción ni mercancías para intercambiar, sentado en una mesa resolviendo en igualdad de voces –que es lo que significa diálogo- con quien le domina.

Como clases, burgueses y proletarios son opuestos que no dialogan sino que luchan, se enfrentan. La Revolución Bolivariana y Chavista ha colocado claramente esta realidad sobre el tapete. Que en Venezuela antes no había tanta confrontación, no es verdad. Lo que no había era tanta evidencia de la misma en el plano de la política, ya que quienes gobernaban respondían con descaro a los intereses de los burgueses, de los dominadores, y por tanto, las grandes masas no se enteraban formalmente de esos hechos y divisiones.

Hoy, en Venezuela, tenemos 17 años de gobiernos pensados desde las órdenes de clase que parten del proletariado. Por lo tanto, las cosas son diferentes. Deben leerse desde otra perspectiva. Aquí hoy no se conciente que el "diálogo" sea la imposición de los burgueses, de los dominadores, de los explotadores. Y, aunque seguimos siendo desiguales, radicalmente desiguales, desde una perspectiva contrahegemónica, la Revolución Bolivariana y Chavista y también el gobierno revolucionario que preside el camarada Nicolás Maduro, propone un diálogo sin imposición. Con nuestra voz. La voz de esta Venezuela, proletaria y soberana, que está en condiciones de ofrecer opciones para otro mundo nuevo y posible.

Sí queremos y tendremos diálogo, no para la conciliación y mucho menos para la sumisión. Celebramos la solidaridad convocatoria del Vaticano y de Unasur para acudir a la cita en la isla de Margarita. Estamos absolutamente claros de que la "crisis" presente que vende por el mundo a una Venezuela "víctima" de un "régimen dictatorial" y "represivo" a cargo del "gorila" Nicolás Maduro, es parte de la invención mediática de las transnacionales del capital, del imperialismo yanqui y de la derecha "criolla" en su deseo por dominar al mundo entero con pensamiento único y una sola fuerza militar.

Por eso, ante la pregunta acerca de si el diálogo es asunto de dos, nuestra respuesta es que se trata de un asunto de todos, de todos los pueblos del mundo que creen en la humanidad sin divisiones, sin explotación y sin imposición de ningún tipo. El diálogo es diálogo de los pueblos. Hacia allá nos movemos. Venezuela no es una isla sino un ejemplo colectivo para el universo.

En Margarita nos vemos.

 

 



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Iván Padilla Bravo

Director del semanario cultural "Todos Adentro", medio adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura. http://www.mincultura.gob.ve/

 ivanpadillabravo@gmail.com      @IvanPadillaB

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