De la alineación cultural a las culturas no alineadas

Cuando Se habla de soberanía e independencia, la cultura pasa a jugar
un rol fundamental para la autonomía de los pueblos. Desde nuestros
pueblos indígenas, africanos y afrodescendientes, así como los paises
del medio oriente, y Asia, se anclaron en la profundidad de su
cultura para enfrentar al colonialismo, neocolonialismo e
imperialismo. Fue todo un proceso de Cultura de Resistencia,
entendiendo a ésta como un proceso dinámico donde los elementos
culturales originarios se opusieron a su desaparición compulsivamente
planificada por las autoridades religiosas y gubernamentales de la
época colonial y neocolonial. Sin embargo la globalización cultural
desde los centros capitales mundiales lograron imponer una hegemonía
en casi toda la faz del planeta. La globalización cultural neoliberal
Macdonalizo la mala alimentación, no queda un rincón del mundo donde
no lleguen los transgénicos corn flakes de Kellogg’s y las comidas y
bebidas chatarras como parte del gusto culinario. Las marcas Nike y
Adidas, incluso usadas hasta por Fidel Castro, no dejan de atraer
quienes hacen ejercicios cotidianamente o darle valor de uso
propagandísticos a los que se destacan en las olimpiadas. Los ruidos
musicales de mal gusto que no es música sino ruido venden billones de
dólares para perforar nuestros oídos con textos incitando a la
violencia y al desamor. Las imposiciones de los gustos de ciertos
perfiles corporales de las millonaria industria de la cosmetología y
cirugías indujeron a millones de hombres y mujeres a tener
determinado perfil, dejando como resultado una estela de mujeres
muertas en el quirófanos o al salir de estos. Pero lo más importante
de todo ese proceso fue la alienación cultural universal, entendiendo
esta como la actitud de los oprimidos a asimilarse a lo peor de la
cultura del entretenimiento occidental en detrimento de las culturas
locales y regionales, para que estas dejasen de ser ellas y asumirse
conscientemente a la cultura violentamente impuestas a través de los
medios de difusión masiva y las nuevas tecnologías del difusionismo
cultural.

DIVERSIDAD CULTURAL Y DESALIENACION

La diversidad cultural de los pueblos del mal llamado tercer mundo
constituye un patrimonio invalorable de la humanidad que hoy corre
peligro de perderse ante la avasallante hegemonía anglosajona. Los
llamados países de los No alineados deben poner atención a una
propuesta cultural global antihegemoncia ante la hegemonía cultural
occidental. Hará falta una reunión de Ministros y Movimientos sociales
etnoculturales de los países No Alineados para lograr ese cometido de
gran envergadura para preservar nuestra diversidad cultural creativa.
La desalienación va de la mano de la No Aliniacion, el esfuerzo
intelectual del tecer mundo debe romper cliché paradigmático y
conceptos que ya se vuelven panfletario como decolonizar la cultura y
se sigue consumiendo simbología colonizada. La búsqueda de la
desalienación pasa pro un reconceptualizacion de lo local/global o la
globalocalizacion partiendo de nuestras profundas tradiciones orales y
creaciones estéticas. Desde hace unas décadas atrás la Unesco advertia
de como las industrias culturales occidentales están apropiación de
una forma indebida de las culturas NO ALINEADAS, expresando que "En
cuanto a las repercusiones financieras del reconocimiento de los
derechos de propiedad intelectual sobre manifestaciones específicas
del patrimonio cultural inmaterial, la comisión indicó que debían
tenerse en cuenta cuatro aspectos, o riesgos, interrelacionados:

-----La autentificación, en lo referente a la reglamentación de las
copias de artesanías tradicionales.

-----La expropiación, en lo referente al desplazamiento de objetos de
arte y artesanía o documentos valiosos de sus lugares de origen.

-------La compensación, habida cuenta de que los individuos o las
comunidades que crean los objetos de arte folclórico no son
compensados.

------La mercantilización, que puede surtir un efecto perturbador en
la propia cultura popular."

Hoy la sistemática expropiación de nuestros patrimonios culturales
ante el agotamiento cultural occidental es un hecho y lo mas descarado
es que lo distorsionan quitándole su carga de transformación social
esterilizando sus elementos simbólicos identitarios acomodados a la
industria de la moda y del consumismo. Insisto en la necesidad de
establecer un grupo de trabajo entre los países no lineados con ese
fin, pues la cultura, como dijera el líder africano Amilcar Cabral es
un arma de la revolución.



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Jesús Chucho García


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