Poder popular para los CLAP

Se prendieron las alarmas, hubo rabias, maldiciones, ¡que insensatez manifestaron otros; ¡pero quien le aconsejó tal locura!; las cadenas de venta de alimentos van a cerrar. De verdad que ante tal andanada de opiniones y declaraciones de "autoridades políticas, económicas y sociales" mi primera reacción fue de… nos habremos equivocado, el gobierno se le pasaría la mano; estarán las comunidades organizadas en capacidad para enfrentar con éxito el trabajo de los grandes consorcios que distribuyen alimentos?

Cuando el presidente Nicolás Maduro anunció en abril pasado la implementación de los Comités Locales de Alimentación y Producción CLAP no hubo mayor interés público; de hecho hasta se menospreció su posible resultado; será otro operativo igual al de los mercados a cielo abierto; pan pa´ hoy y hambre pa´ mañana, dijeron otros, pero la vaina como que no fue así. Creo que por primera vez se tocó la llaga del desabastecimiento y apenas se están implementando cuando los poderes fácticos se vuelcan contra este mecanismo con ira y predicciones de catástrofe social y nacional.

Por eso, luego de la confusión inicial me picó la duda; la cosa como puede ser buena, porque si los grandes medios privados de la comunicación social se oponen, es que algo bueno debe ser esta acción de llevarle casa por casa los alimentos necesarios a la familia por intermedio de las comunidades organizadas, con la data poblacional levantada, los productos que "supuestamente escasean" (por no decir acaparados, secuestrados por las mafias empresariales), y más aún, que esta data servirá para levantar información médico social de cada comunidad, cada familia. (Esperemos que se lleve a cabo y se desmonten las mafias empresariales de los fármacos).

Que si se hace bien, de manera eficaz y eficiente hoy, dudamos; no porque el mecanismo sea malo, sino porque es inédito y de avanzado empoderamiento del poder popular, por ello los primeros tiempos serán difíciles, porque ahí está el peligro para los poderes fácticos, y por eso la rabiosa reacción contra el mismo, a tal punto que se montaron "Guarimbas móviles para sabotear los CLAP, organizando supuestas manifestaciones en locales que permitían el negocio del Bachaqueo, porque ahora no les llegarán los productos para ellos (a su libre albedrío) distribuirlos, con las pingues ganancias que llegan al mil por ciento; razón tienen para andar iracundos con los CLAP y eso que apenas comienzan. Pero notamos que estas acciones insurgentes, lideradas por los jefes locales del bachaquerismo, crean opiniones adversas al fin de los CLAP, al punto que se deja rodar el rumor malsano que los revoltosos son colectivos chavistas; contradictorio no? pero real.

Para mis amigos que apoyan el proceso no nos dejemos sorprender, la "pela" continúa, no se ha ganado la guerra; nos siguen jodiendo porque muchos dudan de su efectividad, pero les cuento que vamos bien y ellos lo saben, así como sus cerebros del norte han reconocido entre cortinas que el accionar de los 15 motores para impulsar la economía es la respuesta sabia para superar la crisis a la dependencia al rentismo petrolero; y los CLAP pueden ser el mecanismo para organizar y empoderar de verdad a las comunidades organizadas o sea al pueblo; les recuerdo lo que siempre gritamos en las marchas "solo el pueblo salva al pueblo" y esto debemos hacerlo un principio concreto de fe y esperanza activa, y si existen debilidades o errores debemos denunciarlos, corregirlos y seguir empujando, porque más temprano que tarde nos llegó el momento de las definiciones radicales para impulsar y consolidar el verdadero socialismo que tanto deseamos, sin miedo y sin temor porque ya estamos montados en el autobús de la historia y esta la escribe el soberano, por mas amenazas que vengan desde el exterior y las transnacionales del terror económico. No nos ceguemos, las amenazas del decreto Obama al considerarnos una amenaza y ahora la firme intención de aplicarnos la Carta Democrática no es casual ni desarticulada a esta guerra; es parte del plan general para desmontar a la brava nuestro proceso soberano, inédito y liberador; desechemos las dudas porque de ellos no habrá tolerancia ni paz, mucho menos inclusión al derecho popular para desarrollar sus capacidades. Es la real situación que deberemos superar, no tendremos mas oportunidades.



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Henry Hernández Armas

Analista social, experto en Imagen Corporativa, Relaciones Públicas, Estudios Sociales.

 hernandezarmashenry@gmail.com

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