Tic tac tic tac

TIC,TAC-TIC,TAC-TIC,TAC,T… el reloj de la vida marcha cauteloso, sigiloso. Al paso de las horas vivimos de angustia en angustia, vasta colocarse en cualquier punto de la geografía venezolana, unirse a un grupo en la idea de hacer una cola, por ejemplo para entrar al banco y observar la angustia de la gente de diferentes estratos sociales, no precisamente de Oligarcas, porque ellos no hacen cola, les basta con dar una orden a algún vasallo y sus deseos se harán realidad. Me refiero a personas que van a cobrar su pensión, o, simplemente a realizar una operación bancaria. Lo primero que susurran en su agónica espera, ojalá y no se vaya la luz; acto seguido salta otro de la cola y exclama, después que he hecho mi cola, al llegar al cajero se ha ido la luz, así que hasta que no tenga el dinero en la mano estoy temblando. Pero la conversación no termina allí, para nada, porque al salir de aquí cruzo la calle y veré si consigo algo para el almuerzo y con lo caro que está todo, seguro quedo limpio de nuevo. Y se suma otro, yo estoy reuniendo para comprar unos repuestos para el carro y cada día suben de precio, pero, el mismo que tienen allí, esto es increíble. Así pasan las horas y cuando alguien sale del banco dice, ustedes saben lo que es esto, me dieron puros billetes de 20 y de 10, ahora me matan por allí porque esto llama la atención de los malandros que andan por todas partes. Así las cosas, siento que el pueblo está a punto de reventar, está angustiado, triste y se siente impotente ante comerciantes inescrupulosos que colocan los precios que les viene en gana; de igual manera no recibe apoyo del Estado y observa que sus gobernadores y alcaldes no se colocan al frente de la problemática a tal punto que el Presidente Maduro en un ejercicio de inmadurez los llamó autistas asestándole un duro golpe a quienes sufren de esa enfermedad y que con mucho orgullo luchan para superar su mal e incorporarse a la sociedad sin traumas. El episodio de las angustias se repite por doquier, es el precio que tenemos que pagar por no haber tomado las medidas en el momento indicado, ahora debemos esperar a que los "motores" funcionen para volver quizá, algún día, posiblemente, a normalizar nuestro cuadro de vida familiar. Debemos en suma esperar a que llegue la semilla para sembrar que haya agua para regar y que lleguen los repuestos para las maquinarias. También tenemos que esperar a que una cuantas empresas (muchas de ellas debutantes), puedan producir, luego exportar (justo al momento en que el Capitalismo lucha contra una fortísima recesión) y esperar por los dólares para mover el resto del aparato productivo, pues el mismo Presidente les dijo a los industriales no se preocupen por los dólares, porque dólares no hay, no sé si fue un chiste de mal gusto o un reconocimiento de que se han dilapidado más de 2,5 billones de dólares y el aparato productivo sigue en el subsuelo, quizá muchos de esos verdines se encuentren en Paraísos Fiscales incluyendo los de EE.UU. Recuerdo cuando el Presidente Pérez lanzó su paquete económico y hablaba, con mucha fe, de los megaproyectos comenzando por el económico, donde los industriales debían producir para luego bajarle migajas al pueblo. Obviamente, el pueblo no se lo caló y hasta allí llegó. El pueblo está, angustiado, hastiado de las colas, indignado por el tratamiento que se les da, furioso que la inacción del Estado, el pueblo está triste. Ya comenzaron los saqueos, linchamientos, la barbarie avanza, esto es peligroso. El Departamento de Estado se las está jugando duro, ha apelado a todo tipo de recurso. El gobierno responde con mitines a su misma gente. La oposición juega al desgaste del gobierno con leyes inconstitucionales, y el pueblo ve el reloj que hace TIC, TAC-TIC,TAC-TIC,TAC,T…



 



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Ezequiel Aranguren


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