Este Síndrome emocional alucinatorio, amnésico, transitorio, que puede durar minutos, horas, días, semanas, meses o años, para luego entrar en un momento subagudo o de latencia, es de origen genético, producido por un gen que heredamos todos aquellos que pertenecemos a territorios conquistados, del hemisferio sur, denominado "ego conquiro" (yo conquistador).
Este gen cuando se activa de manera aguda, aparecen sus síntomas, el más relevante es que, la persona que lo padece, se considera un conquistador imperial, alguien que está por encima del bien y del mal, es una divinidad, se cree con facultades para disponer de la vida y los destinos de los demás, crear o destruir instituciones, violar Constituciones, Leyes, o Reglamentos, para luego no reconocer o acordarse de lo dicho o lo hecho.
Es característico de este gen "ego conquiro" que puede permanecer latente a lo largo de la vida de la persona, o manifestarse de una forma poco advertida, subaguda, sutil, conocida como colonialidad, bajo esta forma, la persona es sumisa, adulante, complaciente, servil ante el poder o la autoridad, es la colonialidad del ser, o por el contrario, cuando la persona alcanza una posición de poder, su comportamiento es hacia la descalificación, la racialización y considerar inferior a los otros, es la manifestación llamada colonialidad del poder.
Las manifestaciones del Síndrome HRA, en sus formas subagudas y sutiles, por lo general les falta el componente alucinatorio, amnésico, mientras que hay una aparición aguda, dramática, pública, más si se está ante unas cámaras de televisión, allí, la aparición del síndrome HRA, es de tal monto emocional y alucinatorio, con posterior amnesia que, el lenguaje de quien lo padece es escatológico, soez, amenazador, violento y violador, es la manifestación característica del gen "ego conquiro", por que subyace en la subjetividad y la conciencia de la persona, la doble ética y la doble moral, en la valoración de los hechos y situaciones, es la no ética de guerra, que practicó el conquistador hacia los pueblos conquistados.
La doble ética y doble moral de la no ética de la guerra, es tener una valoración ético política y reconocimiento del otro, para los de mi familia y corporación económica o partidista, y una valoración no ética, violenta y violadora del otro, del que no está conmigo, con mis ideas, con mi manera de pensar o proceder, es ignorarle, hay que aniquilarlo, quitarle sus derechos humanos, derechos constitucionales, logros y reivindicaciones sociales.
Investigaciones recientes han demostrado que, las manifestaciones subagudas, sutiles del Síndrome HRA, se pueden presentar en cualquier persona, mientras que, en su manifestación aguda, espectacular y dramática, es más frecuente y característica de los políticos de oficio individualistas, egoístas y que consideran a un sector de la ciudadanía por su origen (etnia), condición económica o social, como inferiores, improductivos, inútiles para la sociedad.
La denominación de este síndrome emocional, alucinatorio, amnésico, de origen genético, se debe a que, quienes lo padecen son -Hacedores, Racistas, Alucinados-, que en su forma aguda, dramática y espectacular, se presenta en políticos de oficio, con las características descritas en el párrafo anterior.
Cualquier parecido con la realidad que vivimos, es pura coincidencia.
La revolución es permanente y debemos construirla desde nuestra cotidianidad, día a día, los tropiezos y fracasos, no son más que el aplazamiento de los próximos triunfos, luego de aplicar críticamente las 3R.