Insurgencias del ayer y guerras de hoy

Desde la epopeya de los pobres en Venezuela del 27 y 28 de febrero de 1989; las rebeliones militares del 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992; el alzamiento del ejercito indígena zapatista en México 1994; fueron los primeros signos de insurgencias del espíritu redentor que nutriría las luchas sociales en Latinoamérica contra el neoliberalismo. Ubicados en el sur, "que también existe" recordando a Benedetti, nos encontramos con el movimiento popular, esa fuerza electrizante, que desalojó a Pérez, Collor de Mello y Alan García del poder por inculparlos de actos de corrupción y burla de la fe pública.

Posteriormente, en Argentina, con los movimientos de resistencia al "corralito" en el contexto urbano, la lucha contra los poderes financieros y el fraude, hicieron mutar la escala de valores y la conciencia social. El ciudadano común, experimentó un vuelco hacia valores progresistas, al reclamo de la equidad y un mundo de oportunidades. En la expansión de la autoconciencia y de la racionalidad humana, que opera hoy en la patria grande esta el justo reclamo por un mundo "mejor y posible" que ya es mayoritario.

Ese espíritu continuó con los movimientos sociales en Bolivia. Los pueblos originarios liderizados por Evo Morales, levantaron las banderas desde los cimientos, fue la gran epopeya del agua y el gas, ellos transfiguraron el mapa geopolítico, posicionaron el "modelo endógeno de desarrollo" dotando a las fuerzas revolucionarias, de un sustrato apegado a la propiedad legitima de la tierra, la defensa de los saberes míticos, y la protección e inalienabilidad de los recursos naturales, en el marco de la Amazonia.

Páez, en un episodio nefasto de su vida, "obsequió" tierras a los oligarcas, una decena de familias mantuanas que no trabajaron para obtener esas posesiones. En el marco del pre-derecho es un ilícito y en el terreno de la economía política del capitalismo es la génesis de un "trabajo improductivo" o ganancias "sin producir", que tanto advirtiera Marx. Después de transcurridas décadas del gomecismo y la IV República, el petróleo vendido con unas regalías al 1x100 –eso si era regalado a los gringos- fue el fraude histórico que detuvo Hugo Chávez, con Ley de Hidrocarburos que frenó la acumulación de capital. La Revolución Bolivariana, re-comenzó una lucha luego de promulgar la LOTTT. La guerra la inició el gran capital, se movilizó en contra-de las prioridades del país con el intento de monopolizar las divisas producto de la renta petrolera; obtuvo las ganancias sin producir con la especulación; buscando mediatizar al Estado; asi impulsa el contrabando; el acaparamiento; la usura y el desabastecimiento. Por eso y más estamos, no en una "crisis" sino en plena "guerra económica".



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Joaquin Lopez Mujica

Filósofo, escritor y diplomático

 j.lopezmujica@laposte.net

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