Los panzer-bancos de Alemania aplastaron a Grecia, Washington hace una mueca

El pagador alemán de la nómina de Europa ha subyugado a Grecia con descarada crueldad. En el año 1941 la Alemania Nazi aplastó a Grecia con sus divisiones de tanques Panzer. Hoy en día, sin disparar un solo tiro, los Panzer-bancos de Alemania han conseguido lo mismo, convirtiendo al país en un de facto “protectorado” alemán cuyos bienes y soberanía nacional han sido entregados a los dictados financieros de Berlín.

Lejos de estar sin novedad en el “frente sur” el gobierno griego en estos momentos enfrenta una revuelta dentro de sus propias filas mientras el parlamento del país absorbe las ondas de choque del ataque de Berlín a costa de su economía y soberanía. Francia, Italia y otros países altamente endeudados de la eurozona sur, están también tambaleándose frente a la tiranía financiera de Berlín. Las reverberaciones están estremeciendo todo el edificio de la Unión Europea y a sus supuestos valores de “igualdad y solidaridad europea.”

Washington está mucho menos preocupado del daño a los valores europeos que por la apertura de profundas desaveniencias políticas entre las capitales de la Unión Europea, lo cual podría socavar la arquitectura de su hegemonía sobre Europa y contra Rusia.

Cuando el “acuerdo” de rescate financiero alcanzado luego de tortuosas negociaciones la semana pasada, los dirigentes de la Unión Europea hicieron lo mejor que pudieron para que el resultado se viera como un compromiso de reconciliación. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, lo elogió como el “típico acuerdo entre socios europeos”. El presidente francés, François Hollande declaró que “¡Europa ha triunfado!”. Mientras el jefe de la Comisión Europea Jean Claude Juncker entregó el juego sosteniendo que https://euobserver.com/tickers/129620 “Grecia no resultó humillada.”

Pero las medidas de austeridad de enorme alcance que Atenas está siendo obligada a implementar con el objeto de postular a un tercer rescate financiero, cifrado en 86 mil millones de euros (95 mil millones de dólares) está lejos de ser un compromiso. Se trata más bien de una capitulación de parte del Primer Ministro griego, Alexis Tsipras y de la “anti-austeridad” de su gobernante Siriza. Unos 50 mil millones de euros en bienes públicos griegos quedarán apresados en un fedeicomiso en garantía para ser liquidados en algún momento en el futuro si Atenas no implementa las draconianas exigencias de austeridad. Por “acreedores de la Unión Europea” entiéndase bancos alemanes, los cuales son los pagadores de nómina de Atenas y de gran parte del resto de la Unión Europea.

El Washington Post no se equivocó en cuanto a las condiciones brutales aunque si disfrazó el siniestro rol de Berlín empleando el eufemismo envolvente de “líderes europeos”. Informó que “Grecia se sometió el lunes pasado al punitivo ultimátum de los líderes europeos, acordando el pasaje relámpago de reformas y se comprometió a acatar una camisa de fuerza fiscal para salvar a sus bancos y permanecer en la zona euro.” El informe mencionó que “un arma de fuego financiera fue puesta en la cabeza de Grecia.”

La agencia Reuters informó de manera enfática, http://www.reuters.com/article/2015/07/13/us-eurozone-greece-idUSKBNOPO4EO20150713 que Grecia “se había rendido”. “Los dirigentes de la Eurozona obligaron a Grecia a rendir gran parte de su soberanía ante la supervisión exterior el lunes pasado a cambio de aceptar conversaciones en torno a un rescate de 86 mil millones de euros para mantener a flote a un país casi quebrado en la moneda única.”

En un segundo artículo del Washington Post el titular delata las dudas de los norteamericanos acerca de las condiciones de Berlín. “Alemania No Desea Salvar a Grecia. Más Bien Parece Querer Humillarla”.

En la medida que el polvo se asienta luego que Alemania de hecho se apoderara de la soberanía de Grecia, Washington está ahora intentando una acción de retaguardia para mitigar las condiciones de la rendición. El Fondo Monetario Internacional, dominado por Estados Unidos, ha renovado sus llamados para una restructuración de la deuda de Atenas. “El Fondo Monetario Internacional apela por una mucho mayor reducción de la deuda para Grecia que la que los países de la Unión Europea, hasta ahora están dispuestos a conceder”, informó France 24.
http://www.france24.com/en/20150715-greece-leaked-imf-study-debt-relief-bailout-vote

Por otra parte, la BBC tituló http://www.bbc.co.uk/news/business-33531845 “El FMI ataca a la Unión Europea por las condiciones del rescate a Grecia”. Una vez más se invoca al eufemismo “líderes europeos” cuando el blanco específico no mencionado de la amonestación de Estados Unidos es Berlín.

Lo que tiene alarmado a Estados Unidos son los efectos geopolíticos colaterales producto, de la crisis griega. De manera expresa, Estados Unidos está preocupado que el fiasco ocasionado por la línea dura del dictado financiero de Alemania podría resultar en que Grecia, maltrecha salga de la Unión Europea. Esto a su vez, podría conducir a un colapso más amplio del bloque compuesto por 28 miembros y el desbaratamiento del proyecto de Washington contra Rusia. Este proyecto depende que una Unión Europea cohesionada implemente las sanciones comerciales y diplomáticas dirigidas por Estados Unidos contra Moscú, como también serva como una plataforma para la agresión norteamericana contra Rusia con la fachada de la alianza militar de la OTAN.

Como lo señalábamos en un artículo anterior http://www.strategic-culture.org/news/2015/07/11/us-fears-euro-crisis-unravelling-anti-russia-project.html días antes del último “acuerdo” de rescate Estados Unidos realizó una vigorosa intervención para urgir a Alemania que suavizara sus exigencias a Grecia.

El Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jack Lew, y la jefa del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, ambos visitaron Berlín con el propósito de conseguir una reestructuración de la deuda griega, es decir, una condonación considerable de los 350 mil millones de dólares –cuya mayor parte es con Alemania.

Del mismo modo y de manera notoria, el gobierno británico, que sirve de portavoz de Washington en Europa, también estuvo apelando http://www.telegraph.co.uk/news/politics/11722344/Germany-refuses-to-let-Greece-off-hook.html a Berlín para que suavizara su política sobre las finanzas griegas. Esto ocurre al mismo tiempo que el Ministro de Hacienda del Reino Unido, George Osborne, revelaba draconianos recortes en el gasto público contra su propia población. Difícilmente Londres se va a preocupar por la pobreza griega, sino más bien ser un diligente mensajero geopolítico al servicio de Washington.

El llamado de Washington a Berlín cayó en oídos sordos, tal como hemos visto, Berlín siguió adelante en pos de una rendición financiera de tierra arrasada contra Atenas. La Canciller alemana, Ángela Merkel, y su poderoso Ministro de Hacienda, Wolfgang Schäuble, se mostraron inmisericordes con el gobierno de Atenas. Ambos descartaron cualquier reestructuración de la deuda. Refiriéndose a las condiciones del rescate, la Merkel dijo que Grecia “enfrenta un largo y duro camino.”

Pero resulta que no es solo Washington quien está nervioso por la reciente brutalidad de Alemania en torno a las finanzas de la Unión Europea. Incluso dentro de Alemania, informes de prensa han expresado preocupación en torno a los dictados de la Cancillería de Berlín hacia Grecia señalando que están presionando las bases del bloque. El periódico alemán Der Spiegel dijo http://sputniknews.com/europe/20150713/1024566493.html que Berlín estaba desplegando una peligrosa “hipocresía” a través de su insistencia sobre el pago de la deuda en vista del histórico auxilio que la misma Alemania recibió en relación con las reparaciones de la II Guerra Mundial.

Otro órgano de prensa alemán, el DWN, advirtió que el imperativo financiero de Berlín estaba amenazando con colapsar la Unión Europea. Según la traducción en http://sputniknews.com/europe/20150713/1024551715.html el periódico señaló que “Ángela Merkel y Wolfgang Schäuble han transformado de la noche a la mañana a la Unión Europea en una entidad que ya no se mantiene unida en base a la confianza sino a través del puro temor. Con la firma del acuerdo con Grecia la pesadilla de la Unión Europea se ha iniciado. La vida en Europa ya no descansa sobre contratos sino más bien en la ley de la selva.”

El Washington Post informó sobre fuertes tensiones al interior de la Unión Europea debido a las negociaciones de la deuda de Grecia en Bruselas. “Los líderes europeos han chocado duramente por el acuerdo para rescatar a Grecia (sic) con Alemania y Finlandia siguiendo la línea dura y los líderes de Francia e Italia expresando una perceptible incomodidad en torno a la posición alemana, preocupados porque esta socava el ideal europeo.”

El Ministro de Hacienda de Francia, Michel Sapin, discutió con el de Alemania, Wolfgang Schäuble, insistiendo sobre un cierto nivel de condonación de la deuda de Grecia. Finalmente, Schäuble se impuso sobre su contraparte francés obteniendo violentamente una humillante rendición de Atenas.

Pero como secuela de la conquista financiera de Berlín, el gobierno francés ahora está dando apoyo a todo volumen al replanteado pedido de Washington de una rebaja de la deuda, como lo expresó una vez más esta semana el Fondo Monetario Internacional.

Podemos tener la seguridad que Berlín no está dispuesto a hacer concesiones en torno a su dictado financiero, lo cual podría conducir a mayores confrontaciones entre este y Washington, junto con París y Roma.

Las últimas cifras de la Eurostat http://ec.europa.eu/eurostar/tgm/grah.do;jsessionid=dQKGqRVrvcxIyowhqtGGKd5p_LE1ckaTnG-Szy9BgGeQgYyOojqpI-1797539252?tab=graph&plugin=1&language=en&pcode=teina225&toolbox=type sobre la deuda publicadas por país, demuestran que existe una clara división norte-sur en la Unión Europea sobre el problema de las finanzas nacionales. Aparte de Grecia, cuya deuda pública total ronda un pico de 180 por ciento del producto interno bruto, Francia, Italia, España y Portugal están también sobrecargados con cifras de 95, 130, 97 y 130 respectivamente de sus PIB.

Contrariamente, los países del norte de Europa tienen niveles de endeudamiento bastante menores. Polonia está en el 50 por ciento de su PIB, mientras que Latvia, Lituania y Estonia están por debajo del 40 por ciento. Luxemburgo, Holanda, Finlandia, Dinamarca tienen un promedio de endeudamiento respecto de su PIB de alrededor del 50 por ciento, según las cifras de la Eurostat. La misma Alemania tiene un nivel deudor del 70 por ciento de su PIB.

Esta división de la deuda se correlaciona con las diferentes políticas de las capitales hacia Grecia. La posición de línea dura de Alemania se compara con la de los países con relativamente bajo nivel deudor. Existen por otra parte, razones estructurales que explican las diferencias en los niveles deudores que emanan de las ventajas competitivas que la divisa europea ha concedido a la economía industrial más desarrollada y orientada hacia la exportación de Alemania.

Sin duda alguna que la inquietud que experimenta Francia y otros miembros de la Unión Europea altamente endeudados, es que el pagador de Berlín, más temprano que tarde, vendrá a golpear sus puertas cobrando—con las mismas draconianas condiciones que le está aplicando actualmente a Grecia. Esto explicaría por qué Francia e Italia en particular, se están agitando por el dictado financiero de Berlín y han estado clamando por un poco de tolerancia con Atenas. Ellos sienten que podrían ser los próximos en recibir a los panzer-bancos y a sus tropas de asalto uniformadas en trajes de tela diplomática.

Por otra parte, la desazón de Washington emana de la reacción geopolítica violenta de parte de Europa plagada de rivalidades y mala sangre. Desde el punto de vista de Washington, la “eficiencia” financiera de Berlín hacia los miembros más débiles de la Unión Europea constituye una llave corona en sus designios de confrontación con Rusia. Estados Unidos desea mantener a Europa unida mientras que la misión de Berlín es por su engrandecimiento financiero y la dominación económica en la Unión Europea, aunque esto signifique que algunos estados débiles sean expulsados.

Las repercusiones históricas abundan. Como en tiempos pasados cuando el ascenso de la Alemania Nazi, Washington y sus aliados británicos, tendrán que moverse de manera decisiva para descarrilar la maquinaria de Berlín por sus propios y egoístas intereses estratégicos respecto de Europa y Rusia. En ese caso, podríamos anticipar una creciente campaña política de Washington y de su lacayo de Londres apuntando a derribar el poderío alemán, antes que París sea también aplastado por los panzer-bancos.

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Finian Cunningham

Analista internacional


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