El burocratismo hace diaria crisis en la Fiscalía y el TSJ, aunque sus responsables carezcan de culpabilidad alguna

La producción y el mercadeo son caóticos o desordenados cuando se rigen por patrones capitalistas, desorden que suele maximizarse en tiempos de GUERRA. Ante esa realidad, resulta desventajoso por incompatible o de baja eficacia un Derecho Positivo ortodoxo y bien ordenadito como el que caracteriza a las instituciones que nos ocupan. Estas inferencias me pertenecen en buena parte.

Nuestros padres nos malacostumbraron[1] porque los suyos les hicieron otro tanto por culpa, a su vez, de los de estos, y así a lo largo de ese extendido árbol cultural al que hemos pertenecido durante todo ese tiempo de inconveniente culturización inducida por los explotadores que nos han gobernado más que los poderes ejecutivos, más que los tribunales, más que las fiscalías, más que las policías y que siguen condicionando nuestros personalísimos hábitos de consumo[2]. Los hábitos judiciales o jurídicos en general no escapan de esos legados culturales.

Concretando, pues, al despacho de la Fiscalía y de los Tribunales de más alto rango jurídico deben llegar, según lo que oímos a diario y procedente de estos honorables y responsables funcionarios públicos, llegar a sus escritorios, decimos, una denuncia formal de alguien a quien, con cédula y demás detalles, responsabilizar a la hora-suponemos-de que resultare falso el contenido de esa denuncia.

Admitamos que, en principio, se trata de un procedimiento muy bien intencionado, pero, como estamos en Guerra, esa tiesura procedimental no es precisamente la más conveniente si queremos-en verdad-ganar dicha guerra, ¿o, acaso para estas honorables y respetabilísimas instituciones, eso no existe porque no hay una declaratoria formal de tal guerra?

Tenemos entendido que los rumores usados por nuestros enemigos declarados en guerra son vox pópuli por naturaleza propia, sabemos todos o casi todos, que hay delitos "públicos y notorios", que ameritan una acción correctiva inmediata. Entonces, nos preguntamos, cómo es que tardan tanto estos tribunales y estos fiscales en proceder con mayor eficiencia, eficacia u oportunidad sin mayores y dilatorios protocolos burocráticos?

Dejar en manos de la Asamblea Nacional la legalización previa para la toma de urgentes medidas judiciales no sería otra cosa que reforzar la misma tiesura que se quiera y desee corregir en favor de una pronta victoria popular al respecto.

17/06/2015 06:15:40 p.m.


[1] Les refiero una anécdota de cómo las enseñanzas de nuestros maestros, familiares o no, hacen de sus aprendices lo que más a aquellos les convenga: Este es el caso: Comenzaba mi carrera como Economista-ignoraba que tipo de Economía me enseñarían-. La entrada de la casa de estudios se hallaba justo al lado de una iglesia X. A la sazón, llegaba un poco tarde y caminaba de prisa. Al pasar por la ancha puerta de la iglesia se me olvidó persignarme tal como me había acostumbrado mi ferviente, honesta y creyente amada abuela materna a quien acompañaba a las ceremonias dominicales y las de Semana Santa, Navidad y otras fiestas de encantadora religiosidad. Las importantísimas células de Meynert para ese entonces me respondían divinamente, y fue así como en seguida caí en la cuenta de que había violado una de mis "obligaciones" cristianas al pasar sin persignarme por el frente de un centro religioso como el de una iglesia. Así, egresé como un rayo y enmendé mi yerro, pero, justamente, al retomar mi ligera caminata también caí en la cuenta de que yo debía revisar semejante enseñanza.

[2] Y conste que, sg. los especialistas, empezamos a ser condicionados desde las sexta semana fetal, aprox.



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Manuel C. Martínez


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