¿Pagar sin haber comido ni bebido?

No con el peso de las palabras de Hugo Chávez, esa que conocemos como "por ahora" y que resultaron el nacimiento de un verdadero huracán político en Venezuela, pero si es vital que se tome en consideración lo que manifestó el integrante de la campaña griega por la auditoría de la deuda, Yorgos Mitralias, cuando dijo que "Cualquier deuda que no beneficie a la sociedad, al Estado, y solo sirva para satisfacer intereses particulares o inconfesables, considero que actualmente se puede considerar ilegítima".

Y esas pálabras son importantes porque, como ciudadano uno se pregunta si está obligado, en primer término, a heredar una deuda y, en segundo plano, a pagarla aunque ni te la hayas bebido ni comido.

La ciudadanía de todos los paises está obligada a cuestionar los llamados cobros de deuda externa, porque muuchas de ellas ni son de conocimiento de las personas y como ha sido denunciado muchas veces, van a parar a los bolsillos de muchos amantes del mercado, quienes son los que auspician las mismas para quedarse con sus respectivas comisiones.

Ha ocurrido en Venezuela, toda latinoamérica -no se si hay excepciones- y parte del mundo donde se han metido los gansters económicos, verdaderos delincuentes de etiqueta que llegan a los gobiernos del mundo supuestamente a promover el desarrollo económico y a facilitar financiamiento a las naciones para envolverlas en una gran deuda externa y desangrarlas a mas no poder.

Esto no lo dice quien escrbe este artículo pues es un asunto que la mafia que gira alrededor de los gobiernos, que estos la conocen muy bien y que el economista John Perkins acuñó en su primer libro como ganster económico.

Pero la cuestión estriba en que ninguna ciudadanía debe pagar los platos rotos de los gobiernos, porque salvo que sean bien brutos, los gerentes de los gobiernos sabían muy bien en las manos de quienes estaban cayendo.

Esa siempre fue la movida del gran capital. Estrechamente amalgamada con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial los gobiernos siempre se encuentran con una comisión de expertos – incluyendo a los consejeros gubernamentales del partido gobernante- que les sugiere la necesidad de concretar tal proyecto de importancia para el país y que no hay que preocuparse con el financiamiento porque eso se consigue con el FMI o BM. Eso si, urge la aplicación de medidas indispensables como nueva tasa impositiva, reducir el gasto social (jamás se les ocurre llamarlo inversión), subir el precio del transporte, disminuir monto de las pensiones y, como es lógico pensar, indispensable privatizar la educación superior, los hospitales, etc, etc.

¡ Y pare de contar !

En nada de estas acciones el ciudadano aparece opinando. Él solo tiene el deber de cargar con los costos de las nuevas medidas y verse impactado en su vida familiar y, de modo ineludible, comenzar a padecer hasta que adquiere conciencia de lo que ha sucedido. Cuando recupera su conciencia del acontecer protesta y lucha para no continuar siendo esquilmado. Un ejemplo de eso fue el "Caracazo" en Venezuela, mientras los promotores comenzaron a desaparecer.

Por eso, es bien recibida la opinión del griego Yorgos Mitralias, cuando manifestó que una deuda que no beneficie a la sociedad, al Estado y que sirva exclusivamente para satisfacer intereses malsanos debe ser considerada una deuda ilegal. Aquí le agregamos el detalle de incluir en el paquete, a los connacionales que susurran a los oídos de los gobernantes para que estos endeuden el país y a otros que también se benefician.

Lee el siguiente blog: wwwpertinentes.blogspot.com (Premio Aníbal Nazoa/2010) Mención Opinión)



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Pedro Estacio


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