Complemento al artículo del ciudadano José Dionisio Solórzano, *Cabalgando hacia la izquierda*, Aporrea, 14-3-2006

Es verdaderamanet pasmosa y lamentable la falsa creencia que tiene la mayoría de las personas sobre la correcta ubicación geográfica de la izquierda y la derecha; se trata de categorías relativas y ambivalentes.

Como sabemos, en Inglaterra los vehículos circulan por el lado izquierdo del conductor, quien maneja desde el lado derecho del mismo vehículo.

Cuando, por ejemplo, observamos una pintura con las imágenes de dos personas sitas frente a nosotros, solemos decir que la que se halla a la izquierda de la pintura está en correspondencia espacial con nuestra propia mano izquierda, y viceversa en relación a la que está a la derecha del cuadro en cuestión, pero persona de la izquierda está a la derecha del otro.

Cuando la burguesía emergente de finales del siglo XVIII logró sus primeras conquistas políticas y brilló sobre el *estado llano*, tuvo acceso al presídium de las asambleas, pero el status de la aristocracia y el clero se encargó de reservarle el lado izquierdo del panel correspondiente. Esto significó que el representante del *tercer estado* se sentó a la izquierda de quien quedó ubicado en el centro. Pero obviamente este representante de la izquierda aparecía a la derecha de los espectadores o del público concurrente a las asambleas.

Hay otros ejemplos explicativos de estas confusiones con lados izquierdos y derechos, pero esos bastan para hacernos comprender que la imagen del caballo blanco de nuestro Escudo Nacional, ahora que lo pintaron cabalgando hacia la izquierda del cuadro, ciertamente está cabalgando hacia nuestra izquierda, pero (este es el caso) el caballo original, como tal, lo hace hacia su derecha, cabalga hacia la derecha del salón donde se exhiba dicho escudo.

Termino recordando que la efigie del Libertador, Simón Bolívar, que aparece en nuestras monedas de oro está mirando hacia nuestra derecha, tal como lo hace la imagen del caballo del Escudo Nacional que ahora salió el juego. No por eso debemos inferir que bolívar se comporta reaccionaria y derechistamente, sino, por el contrario una imagen que mire hacia nuestra derecha es porque el original lo hace hacia su izquierda. Son detalles pictóricos sobre los cuales sólo los especialistas podían dar su última palabra. Creo que hubo ligereza en esta reforma, por demás insustancial, si a ver vamos, ante el cúmulo de necesidades parlamentarias insatisfechas que tiene en sus manos la Asamblea Nacional.


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Manuel C Martínez M.


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