El blindaje del Chavismo o cuando el optimismo tiene bases científicas

La división social política durante el Puntofijismo no se redujo a los adecos, copeyanos e izquierdistas light. Coexistieron por sobrevivencia y resistencia los no fichados en ninguno de los partidos correspondientes a esos grupos,  más los marginados con pobreza y pobreza extrema, personas que por lo general no participaron en los comicios electorales, por carecer de cédulas y por estar disconformes con todos esos grupos arriba señalados.

 

A estos no puntofijistas jamás se les muestreó ni consultó de su viva ni sobre sus necesidades y   aspiraciones, fueron los auténticos marginados. No aparecían en las estadísticas oficiales por razones obvias, al punto de que la cartografía nacional los ignoró y, en lugar de cerros y barrancos poblados de ranchos, los mapas exhibían zonas verdes. La prensa y otros medios sólo los tomaba en cuanta para llenar las  páginas macabras sobre “sucesos”, ya que a esa millonada de marginados pertenecían los niños de la calle-hoy mayores de edad-, los viquingos-hoy regenerados-los recogebasura y desperdicios-hoy pensionados-, las víctimas y victimarios de robos, crímenes  y desgracias naturales, como deslaves e inundaciones.

 

Por esas características sui generis de la población de la Venezuela puntofijista, los seguidores de Chávez y más adelante los militantes y simpatizantes del chavismo y del Psuv jamás ofrecieron material de estudio para los sicólogos, siquiatras y politólogos propios del mismo Puntofijismo que no contenía en su  universo a estas millonada de personas, hoy cedulados, en buena parte dotados de vivienda propia y equipada, con disfrute de buenas  pensiones cobradas religiosamente, de estudios gratis para sus hijos desde Primaria hasta Universidad, con transporte decentes y asistencia medicoasistencial gratis y de primera calidad y técnica moderna, es decir, con un paquete de beneficios sociales que han hecho del chavista un hombre con valores muy diferentes a los que conoce la Sociología burguesa tradicional.

 

De manera que mal puede ningún pretencioso  estudioso actual de la idiosincrasia del venezolano chavista y militante o simpatizante del partido PSUV, por acabados que sean sus estudios y disciplinas que posean, acreditados en sus universidades burguesas, obtener información sociológica alguna ni siquiera con una mínima veracidad, que les permitiera hacer pronósticos mediáticos de connotaciones golpistas porque sencillamente de esta inmensa población bolivariana que se halla en constante crecimiento y en pleno proceso de perfeccionamiento político e ideológico no existen datos que quepan entre los académicos parámetros sicológicos  ni sociológicos que aparecen en los pensa de estudios de esos  tarifados sicólogos, psiquiatras y politólogos al servicio de estas intentonas golpistas, porque sencillamente el chavismo se halla blindado.

25/02/2015 07:00:44 p.m.



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Manuel C. Martínez


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