EEUU gran potencia en polígonos escolares: “criminals are made, not born” (a.k. 1927)

Saludos de paz y vida compatriotas. Vaya contradicción en el poderoso país que a través de la guerra defiende la paz. Que a través del financiamiento del terrorismo, presume ser la potencia anti-terrorista del planeta. Que se jacta de defender los derechos humanos violando a su antojo el derecho a la vida de la humanidad terrenal. Que inventa atentados y guerras, para justificar invasiones y hacerse de los recursos energéticos de otras naciones. Ese país que unos cuántos añoran y otros alaban, es campeón absoluto de crueles masacres en instituciones escolares y campus universitarios, donde los balazos disputan su hegemonía contra la paz del quehacer educativo. Para muestra, basta mencionar en este conmovedor relato de la realidad imperialista, lo ocurrido el 18 de mayo de 1927 en la pequeña ciudad de Bath en el condado de Clinton (Michigan), considerada como la peor masacre escolar de los Estados Unidos y denominada el Desastre de Bath School, donde un granjero de nombre Andrew Kehoe, obsesionado con los impuestos municipales, las cuentas de la escuela y la factible pérdida de la granja, por la imposibilidad de pagar un crédito hipotecario, decidió asesinar a su esposa, dinamitar la granja, explotar la escuela y su vehículo. En esta masacre fallecieron 38 escolares, 7 profesores y el propio Andrew Kehoe, a consecuencia de la onda expansiva. Como reseña final, en la reja de la destruida granja, se encontró un cartel donde se podía leer: “Criminals are made, not born” (los criminales no nacen, se hacen). Otro repudiable caso, ocurrió el 16 de abril de 2007 en el campus de Virginia Tech en Blacksburg (Virginia), donde el estudiante surcoreano Seung-Hui Cho, asesinó a tiros a 32 personas y luego se suicidó. El 14 de diciembre de 2012 en  la Escuela Primaria Sandy Hook, ubicada en Newtown (Connecticut), fallecieron a balazos 28 personas (20 escolares y 8 adultos), incluyendo el suicidio del victimario Adam Lanza y su señora madre. Son numerosas las victimas de estas masacres estudiantiles que aún ocurren en pueblos y ciudades de los Estados Unidos de Norteamérica. El hecho más reciente, sucedió el pasado 24 de octubre, en colegio Marysville-Pilchuck de la ciudad de Marysville (Washington), donde Jaylen Fryberg, con apenas 14 años, abrió fuego asesinando a dos personas, mientras que otras cuatro resultaron heridas, entre las cuales se incluyen dos familiares del adolescente, que fue neutralizado por la profesora Megan Silberberger de 24 años, en cuyo forcejeo el adolescente murió de un disparo en el cuello. En resumidas cuentas, la realidad es una sola porque violencia engendra violencia. Un informe publicado el 25 de septiembre del presente año, por la Oficina Federa de Investigación (FBI), revela que en los últimos catorce años, un total de 486 personas han fallecido como consecuencia de 160 tiroteos, en los cuales el 40% de los autores terminan suicidándose y muchos buscan emular matanzas famosas. Por su parte, Richard Parker, miembro de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy (Universidad de Harvard), refiere que esas cifras son mínimas en comparación con los 14.000 asesinatos y 1,15 millones de delitos violentos que se registran anualmente en Estados Unidos. Esta es la verdad verdadera de quienes permanentemente acusan al Gobierno Bolivariano, Revolucionario y Chavista, de violar los derechos humanos de las y los patrióticos habitantes de Venezuela. VIVIREMOS Y VENCEREMOS.  



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Joao Da Silva

Diputado al Concejo Legislativo del Edo. Vargas. Lic. En Educación, militante del PSUV, y chavista

 joaop_da_silva@hotmail.com      @JOAO_FSIE

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