Contra el poder

En Bolívar se da la política más aburrida del país

Me comentaban los colegas periodistas que ninguno de ellos quiere cubrir la fuente de política, porque no soportan las declaraciones estúpidas y las diatribas sin sentido. Es curioso que tal percepción la comparten colegas experimentados y periodistas recién graduados que apenas conocen a los personajes que hacen vida política en la región. Pero en cierta forma tienen razón, pues a juzgar por las declaraciones a la prensa, en Bolívar por ejemplo no se discute la política petrolera del país, tampoco se habla de la octava estrella, del socialismo del siglo XXI, ni hablar de propuestas concretas. Ni siquiera el debate de la refundación de la Corporación Venezolana de Guayana se ha tornado interesante, y ello refleja un peligro para la sociedad bolivarense, pues diera la impresión que las personas capacitadas para aportar ideas interesantes no tienen acceso a la prensa o simplemente evitan debatir con los idiotas de siempre.

Durante la inauguración del Tomógrafo en el Hospital de Trauma y Soporte Vital por parte del Gobernador Rangel Gómez, me comentaba el alcalde Clemente Scotto que la diatriba política con la Cámara Municipal era alimento para los “Chicos del Sambil”, y respondiendo a la pregunta obvia, me agregó que los chicos del Sambil eran los eternos políticos de AD, COPEI, Causa R, entre otros. Al revisar la prensa, con pasmosa sorpresa encontré declaraciones hasta de Eliécer Páez de Primero Justicia. Pero no sólo eso, pareciera que todos ven puntualmente Globovisión, Aló Presidente, La Hojilla, etc. para luego declarar desde sus respectivas trincheras discursos que le son ajenos.

Un ejemplo de la política estúpida fueron aquellas arengas y denuncias del sindicato de SIDOR durante las últimas elecciones, el lector podrá recordar que se cerraron calles, se proclamaron insultos y después de varias semanas, hoy ya nadie recuerda nada de eso. ¿Era todo una bola de humo para las elecciones a diputados de la Asamblea Nacional?. Pero tomemos otro ejemplo, las declaraciones del monseñor Castillo Lara son el colmo de la estupidez política y estoy casi seguro que tuvo en cada rincón de la patria una respuesta inmediata. Es tan obvio lo aburrido de la política en la región, que muchos columnistas de opinión han volteado la mirada hacia el escenario nacional e incluso internacional, por supuesto excluyendo a los desequilibrados obsesionados con su chismografía de faldas y predicciones de candidaturas hasta para las próximas elecciones de ¡alcaldes!.

Cuando comento con los periodistas las declaraciones de los políticos o las columnas de opinión, la palabra que más usan es ¡FASTIDIO!. Y bueno debo admitir que yo tampoco soy el Cervantes de las columnas de opinión, aunque también reconozco que se trata de un complemento de una estrategia comunicacional y no un ejercicio intelectual de mi vanidad.

A mis amigos políticos que gustan de la farándula, les recomiendo el libro “Cómo hablar bien en público” de Dale Carnegie, pues sería de gran ayuda para los pocos lectores que les quedan. Y como bien decía Antonio Campany, “aunque todos los hombres no tienen precisión de ser oradores, ni escritores públicos, o carecen de aptitud o disposición para estos oficios; sin embargo, tendrán mucho de ellos, en diferentes situaciones de la fortuna y destinos de la vida civil, ocasiones de acreditar con el imperio de la palabra su mérito, su puesto, su estado, su poder o su talento”, claro que no todos los días. Si no tienes nada interesante que decir ¡cállate!.


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David Javier Medina


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