Hugo, Pepe y Evo

Los foros internacionales, incluso aquellos como el del G77 + China donde no participan directamente las potencias capitalistas, reflejan la imposición de la perspectiva civilizatoria occidental como alternativa para la superación del atraso y la barbarie propios de los países en desarrollo.

Independientemente de las intenciones y lucidez de los participantes, las decisiones en favor de un nuevo orden mundial generalmente terminen matizadas conceptualmente por esa perspectiva y atrapadas entre una maraña de acuerdos previos promovidos por organismos al servicio del gran capital. Ello explica por qué en estos escenarios se adoptan propuestas para mejorar lo que se pretende transformar o se incluyen solicitudes de colaboración a países responsables de los problemas identificados.

Afortunadamente América Latina, gracias a la combatividad de sus pueblos y a la coincidencia de seres humanos extraordinarios llevados por estos al poder, sí ha logrado avanzar e integrarse para defender su soberanía y su derecho a gestionar libremente los recursos que dispone. Entre estos seres obviamente destaca el Comandante Hugo Chávez quien logró encender la llama de la unión y la libertad tanto en nuestro país como en foros internacionales.

Sin embargo, a veces pareciera que los latinoamericanos, incluidos los venezolanos, no fuéramos capaces de entender y convertir en realidad el legado de Chávez. Que tampoco fuéramos capaces de prestar atención al sabio Presidente Pepe Mujica, quien no se cansa de repetirnos y de repetirles a todos los pueblos del mundo, la importancia de las transformaciones culturales generadoras de perspectivas propias: "No podemos copiar modelos políticos o económicos sino crear los nuestros con una visión diferente y renovada".

A veces pareciera que no fuéramos capaces de identificarnos con el presidente indígena, Evo Morales, quien junto con su pueblo despertó después de quinientos años, investido de poderes y conocimientos ancestrales para hacerle entender a la humanidad que su supervivencia y la del planeta exigen pasar del paradigma del Desarrollo Sostenible al paradigma del Desarrollo Integral para Vivir Bien vivir en equilibrio entre los seres humanos y en equilibrio y armonía con la Madre Tierra

Espero no sea porque ninguno de los tres encaja en la perspectiva cultural dominante.



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Mariadela Villanueva

Analista y comunicadora. Socialista y chavista. Firme creyente del poder popular

 mariadelav@gmail.com      @mariadvillanuev

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