Abordemos las diferencias

Uno de los principios fundamentales de la unidad de los revolucionarios es la crítica y la autocrítica. Debemos sumar a lo anterior, la resolución de las diferencias a través del debate de ideas. Es necesario repetir estas verdades porque todavía hay quienes no entienden que, lejos de quebrantar el accionar común, la diversidad de ideas enriquece la lucha si existe el clima necesario para procesarlas. En el caso del PSUV, el III Congreso actualmente en curso es prueba de que no vemos en las opiniones internas que disienten amenaza alguna, sino más bien una oportunidad para avanzar en las difíciles metas por lograr.

Uno de los mayores aciertos del liderazgo del presidente Chávez fue el de resumir en su discurso y acción la unidad de diversos factores que pujaban por el cambio social. Logró, como dijo Rosa Luxemburgo, “La unidad dentro de la diversidad”, sintetizando en el ideal bolivariano una corriente social que, a pesar de sus diferencias y a través de diversos caminos, pugnaban por cambiar el país. Entonces, no debe la derecha alborozarse cuando admitimos que hay diferencias entre los revolucionarios. Con la peculiar lógica disociada que los caracteriza interpretan justamente lo contrario de lo que se debe. A diferencia de ellos, no debatimos para cobrar deudas egoístas ni defender intereses particulares, sino para seguir afinando la unidad, corregir el rumbo en caso de desvíos y acelerar la marcha hacia el socialismo. Incluyo en lo que catalogo de la derecha, a alguno que otro que se hace llamar bolivariano y que de tal sólo se le nota la boina roja, mientras reproduce en la práctica los vicios que buscamos superar. Son estos últimos de los primeros que saltan cuando se asoman objeciones para enderezar lo que funciona mal.

Bueno advertir también sobre la crítica destructiva, aquella que no ofrece alternativas ni propuestas, sino que se consume en una especie de autoflagelación sin perspectiva de solución. Es una conducta malsana que obvia los importantes logros conquistados en estos 15 años, sin comprender que en todo camino -y más en uno inédito como el que protagonizamos- son imposibles de evitar los altibajos y errores.

¿Cuál es la manera adecuada de enfrentar las diferencias? Intentaré una respuesta: firmeza en las cosas principales, flexibilidad en las secundarias y en todas las demás tolerancia. Y ¿Cuáles son las cosas principales? La defensa férrea de la voluntad soberana del pueblo venezolano y el mandato del Presidente Chávez en elegir al compatriota Nicolás Maduro como Presidente. Seguir avanzando en la construcción de la sociedad socialista y, por ende, hacia un mundo pluripolar donde desaparezcan los imperios. Transferir el poder al pueblo y a las bases, como condición sine qua non del socialismo del siglo XXI.





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Freddy Bernal

Exalcalde de Caracas, Comisionado Presidencial para la Transformación Policial Miembro de la Dirección Nacional del PSUV Presidente del Instituto de Solidaridad y Amistad con los Pueblos.

 freddybernal2012@gmail.com      @FreddyBernal

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