EEUU participó en el golpe militar

Se está cumpliendo doce años del golpe militar que se produjo en contra de la democracia venezolana. La conspi­ración fue urdida con premeditación y alevosía. Se llevó a cabo con una pla­nificación meticulosa. Nada quedó al azar. Los cabecillas del golpe tenían amplias relaciones con el estamento político y económico de EEUU.

Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique acusó a Otto Reich, de ser el arquitecto oculto de la conspiración contra Chávez. Hizo muchas observaciones don­de establecía, las numerosas reuniones de funcionarios del Departamento de Estado norteamericano con los cabecillas golpistas. "No es ninguna sorpresa, porque lo sabíamos, era prácticamente público que buena parte de quienes luego aparecieron dirigiendo el golpe de estado habían ido el año 2001 hacia Washington, y fueron recibidos por funcionarios de alto rango en varias ocasiones. Yo esto lo conversé (dice Ramonet) con la embajadora anterior de los Estados Unidos en Caracas, la señora Donna Hrink y luego con el embajador Charles Shapiro".

Durante los meses que antecedieron al golpe de estado, las autoridades nortea­mericanas dejaron bien claro, en repetidas ocasiones, que no les agradaba el gobierno de Chávez, lo que los convertía en un factor de evidente respaldo a las acciones para desplazarlo del poder.

En febrero, el secretario de Estado, Colín Powell acusó al gobierno venezolano de no apoyar a Estados Unidos, "tanto como hubiera debido hacerlo", en la guerra de Afganistán, y dijo además que estaba "preo­cupado" por las opiniones del presidente Chávez sobre lo que debería ser un sis­tema democrático". Estas declaraciones fueron dadas ante el Congreso de los Estados Unidos en ocasión de ser in­terpelado por el senador ultraderechista Jesse Helms, el mismo de la Ley Helsm-Burton contra Cuba.

Otro que hizo campaña contra Vene­zuela fue George Tenet, director de la CIA, cuando pronosticó que en Venezuela "la crisis se iba a agravar" y que iba en aumento "la insatisfacción interna ante Chávez" coincidiendo con los contrarrevoluciona­rios venezolanos.

Dos funcionarios del Consejo de Asun­tos Hemisféricos, con sede en Washington, Alex Volberding y Lany Birns, admitieron la participación de la CIA en los aconte­cimientos del 11 de abril.

No hay dudas que el gobierno nor­teamericano a través de una serie de or­ganizaciones disimuladas envió fondos para financiar las actividades conspirativas.

El diario The New York Times, en artículo del periodista Christopher Marquis, reveló las cuantiosas sumas dedi­cadas por Estados Unidos al complot contra Chávez. En los primeros meses del año, a través de una entidad denominada"Fondo Nacional para la Democracia", se entregaron a los conspiradores venezo­lanos 877 millones de bolívares.

Otro de los financiamientos importantes fue el de 154 millones de bolívares a través de una entidad simulada bajo el nombre de "Centro Norteamericano por la Solidaridad Laboral Internacional" entregada a los dirigentes de la CTV, encabezado por Carlos Ortega, estrecho colaborador de Pedro Carmona, y socios golpistas del 11 de abril.

El Instituto Internacional Republicano, otra agencia encubierta del gobierno nor­teamericano, con oficina en la Embajada de los EEUU en Caracas bajo la dirección de George A. Folson, entregó 339 millones de bolívares a los partidos políticos AD, COPEI, Primero Justicia, Convergencia, Causa R y el MAS- oposición, para la conspiración contra Chávez.

El sábado 13 de abril barcos de guerra de los EEUU se ubicaron frente a las costas de Falcón, y el litoral. Navegaron aguas territoriales y sirvieron de base a heli­cópteros que violaron el espacio aéreo venezolano.

Los barcos y helicópteros fueron de­tectados por el radar situado en Montecano, estado Falcón, las siglas de las naves y los helicópteros se las di en un artículo anterior.

El diario The Guardián", de Londres, a raíz del golpe de estado publicó un amplio reportaje sobre la base de la información suministrada por el ex agente de los Ser­vicios Secretos de la Marina Norteame­ricana, Wyne Madsen.

Madsen confesó conocer que "desde junio del 2001, el gobierno norteamericano había considerado la posibilidad de un golpe para deponer a Chávez.

Suministró detalles "lo primero que oí que el coronel James Roger, asesor militar de la Embajada de los EEUU, en Caracas, se fue allí en julio para preparar el terreno golpista".

Según el expediente de los servicios secretos norteamericanos, las naves de los EEUU cerca de las costas venezolanas, tenían entre sus objetivos interferir las comunicaciones del gobierno venezolano y de las misiones diplomáticas de Cuba, Irak, e Irán acreditadas en Caracas. Además tiene pruebas que James Roger y el coronel Ronal Maccameron, también oficial nor­teamericano, estuvieron al lado de los generales golpistas en el Fuerte Tiuna, los días 11 y 12 de abril.

El diputado Roger Rondón denunció refiriéndose a Charles Shapiro, embajador de EEUU en Caracas: "lo vimos saliendo del Palacio de Miraflores, todas sonrisas y abrazos, con el dictador Pedro Carmona Estanga".



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Raúl Ramírez

Abogado, profesor y escritor. Ex-guerrillero.

 rauljoseramirez@hotmail.com

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