Hubo una reunión en el congreso de los Estados Unidos para discutir el estado de la democracia en Venezuela. Todos los participantes en la reunión del pasado 17 de Noviembre tenían la misma opinión. La conclusión en las propias palabras de Thomas Shannon, asistente de la Secretaria de Estado de los Estados Unidos, fue que la democracia en nuestro país estaba en grave peligro.
Esa era una conclusión inevitable. Él tomó en consideración solamente las "preocupaciones" de grupos internacionales de derechos humanos, de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, de la Conferencia Episcopal Venezolana y de ONG's "independientes". Todas estas organizaciones, entre las cuales esta incluida Súmate, obviamente tienen intereses políticos muy particulares.
Verdaderamente, dijo Shannon, hay un creciente consenso hemisférico e internacional de que la democracia en Venezuela está en un grave peligro.
La posición del señor Shannon como asistente de Condoleezza Rice no lo podía dejar llegar a una conclusión diferente. Rice está "preocupada" por el gobierno de Venezuela y el trabajo de Shannon es darle validez a la agenda política de su jefa.
¿Consenso hemisférico e internacional? ¿Creciente?
Primero que todo, no es un secreto que las organizaciones "hemisféricas e internacionales" a las que Shannon se refiere están todas politizadas. Todas han pasado a ser lacayos del gobierno de los Estados Unidos, la fuente principal de sus salarios y fondos financieros para sus operaciones. Además, sus posiciones con respecto al gobierno de Venezuela, las cuales expresan con sus muchas "preocupaciones", no han cambiado en años.
La impresión de que hay un "creciente consenso" es simplemente el producto de una muy bien manejada campaña mediática nacional e internacional en la cual el mismo Thomas Shannon es participe activo.
El consenso que verdaderamente cuenta en realidad no es "creciente" ni descendiente. Este se ha mantenido sólido entre 60 y 70 por ciento por los últimos siete años. Esa es la rata de aprobación que el pueblo venezolano le ha dado a su gobierno.
El único peligro a la democracia, no solamente en Venezuela sino también en el resto del hemisferio occidental, es la terca insistencia del gobierno de los Estados Unidos en continuar definiendo democracia en la manera que las élites de nuestros países desean.
¿No saben ellos que "élite" es sinónimo de privilegiado?
¿No saben ellos que privilegiados en América Latina son solo unos pocos?
Esto lo sabe todo el mundo excepto los "expertos" del Departamento de Estado.
¡Por supuesto que la democracia está en grave peligro!
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