Vientos de la sabana

Poder Habilitante, poder del pueblo

Si nos ponemos a cavilar un poco nos damos cuenta que el impulso que llevó a ese movimiento cívico militar que lideró el comandante Hugo Chávez Frías, la madrugada del 04 de febrero del 92, no fue otro que buscar conseguir adecentar la administración pública; que ya había llegado al estado máximo de putrefacción de las ambiciones inescrutables y nefandas de una cúpula de políticos corruptos, inescrupulosos, apátridas y degenerados que azotaron el país y limpiaron el erario público arrastrando al 84 por ciento de la población nacional a una pobreza generalizada. Pese a las bendiciones y riquezas del suelo, que nos permite ser el primer país con reservas energéticas, las mayorías pobres estaban excluidos de la salud, de la educación de la seguridad integral, y de una alimentación digna, hasta tal punto de ignominia que familias caraqueñas llegaron a comer perrarina para sobrevivir en este país que paradójicamente nada en un mar de petróleo.
Fue así como vino la propuesta de esa insurrección de febrero, el por ahora y la llegada a la presidencia del comandante Supremo Hugo Chávez Frías, quien volteó la política nacional hacia los caminos de una nueva ética y moral de la gestión gubernamental de servicio público para los ciudadanos y ciudadanas que en estos 14 años de Revolución Bolivariana han podido ver como las familias venezolanas han logrado un “buen vivir” y una inclusión con la apertura de nuevas escuelas, liceos, Universidades y centros de salud en todo el territorio nacional.
En todo este devenir y en todos estos logros y alcances sociales donde hemos construido patria. Nuestra magna carta constitucional nos ofrece el poder habilitante como otra extensión más para darle poder al pueblo. De allí que cuando esta Ley Habilitante que usó nuestro comandante Supremo se concretaron la Ley de Tierras y Ley de Hidrocarburo, entre otras tantas que desataron los demonios de la irracionalidad opositora que llegaron a provocar el golpe del 2002, el macabro paro petrolero que llevó a la zozobra al país, incluyendo a sus propios seguidores, que manipulados por sus medios privados preferían que grupos oligarcas dominaran el país antes que ver hecha la justicia social en los millones de sonrisas del pueblo pobre y humilde que había cristalizados algunos logros en materia de inclusión social.
Ahora, nuevamente, esta oposición desprendida de toda convicción humana y espiritual sino aferrada a sus aspiraciones particulares y genuflexa a los grandes consorcios internacionales del negocio, extensiones del capitalismo mundial, se opone a las Leyes Habilitantes para hacer cada día más expedito las acciones del gobierno Nacional y seguir llevando cada vez políticas y poder para el pueblo venezolano sin distinciones algunas.
Fueron ellos, la oposición macabra la que intentó oponerse a la mismísima Constitución con todos los pretextos absurdos, ahora la defienden como si ellos fueron los creadores de tan admirable Carta Magna. Ahora como es el oficialismo quien junto al pueblo que lo apoya y legitima solicita la Ley Habilitante, vuelven a ser ellos, con una suerte de artilugios circenses de léxicos rebuscados, que intentan desaprobar esta Habilitante, que seguro, convencidos estamos, tendrá un gran impacto positivo en el pueblo, en la gobernabilidad, en el crecimiento del país, en la inclusión social y en la justicia e igualdad, que son los valores que intrínsecos de las políticas revolucionarias del comandante Supremo Hugo Chávez Frías y su hijo el presidente Nicolás Maduro, un presidente obrerista que viene del corazón del pueblo venezolano y que ha sabido catapultar su formación y bondad humana y espiritual para seguir los postulados éticos y morales de un proyecto de transformación social admirable por muchos países del mundo.


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Geovanni Peña

Diputado a la Asamblea Nacional. Militante del PSUV.

 santanajerez@hotmail.com

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