Familia y Educación: Estrategia Geopolítica para la Reconstrucción del Poder Moral y la Defensa Integral de la Nación

(Por una nueva geopolítica del conocimiento)

La geopolítica representa como saber estratégico: “el estudio del poder del Estado, y sus proyecciones en el espacio geográfico”, de allí, que esta ciencia sea esencial, en el reconocimiento de las amenazas e intereses comunes, que permiten a los Estados-Nación diseñar las estrategias, para garantizar su supervivencia en tiempos de dominación imperial.
De acuerdo con esto, cabe destacar que los distintos procesos de conquista y colonización, a los que paradójicamente nuestras riquezas y la lógica del sistema económico nos subyugo, producen no sólo una dinámica de saqueo de nuestros recursos, sino que también aunado al libre transito de capitales, paralelamente ocurre un proceso de dominación cultural que impone patrones de conducta foráneas, y a modo de guerra de baja intensidad, aniquilan de manera progresiva el espíritu nacional.
Es por ello, que la defensa integral de la nación vista como: “ el conjunto de sistemas, métodos, medidas y acciones cualesquiera sea su naturaleza e intensidad…” deben consolidar en el espacio geográfico las proyecciones del poder para cultivar la facultad de “apreciar lo infinitamente grande y lo infinitamente pequeño”, con el propósito de desmontar los escenarios no convencionales que desde la cultura global convierten a “el cerebro humano” en un verdadero teatro de operaciones, superando con esto, en algunas ocasiones la capacidad de acción del Estado.
Ahora bien, siendo la defensa integral de la nación uno de los pilares estratégicos para garantizar la supervivencia del Estado, sin duda que la propagación del sentido de corresponsabilidad, que expresa el artículo (326) de la (CRBV), requieren de un proceso de combate a la naturaleza egoísta que el sistema económico impone a los hombres. Por tal razón, la familia y la educación, constituyen el meollo geopolítico que active los valores creadores que nos permitan trascender las asimetrías socio-espaciales, que a fin de cuentas representan una de las aristas propias de la dominación cultural.
En síntesis, nuestra visión geopolítica debe apuntar al fortalecimiento del espíritu nacional, pues es allí, donde reside la verdadera fortaleza de los pueblos, pero este no es un proceso que se emprende “sólo con la voluntad del deseo, para tal objetivo se requiere voluntad política y voluntad patriota”, teniendo presente que la familia y la educación, con el debido cuidado y visión estratégica por parte del Estado, son herramientas esenciales en la reconstrucción de la fibra moral de los nuevos hombres y mujeres que han de parir la Patria, con las virtudes cardinales inherentes a garantizar la defensa integral de la nación, en cualquier teatro de operaciones.
*Profesor-Instructor-Soldado de las Ideas.



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Alexander Colmenares

Profesor-Instructor-Soldado de las Ideas.

 alexmax001@hotmail.com

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