No sólo ha sido en Venezuela, en nuestros países, en el Grupo de Rio, sino entre los estadounidenses donde ha habido reacciones a la propuesta del pastor Pat Robertson: “... Si (Chávez) cree que estamos tratando de asesinarlo, creo que tendríamos que proceder y hacerlo. Es mucho más barato que ir a una guerra”, dijo por TV y seguidamente desarrolló su instigación a matar. En la embajada venezolana en Washington se recibieron muchos mensajes de protesta por esas palabras.
Hasta The Washington Post se ocupó del asunto. El jueves publicó un editorial que terminaba así:
“Es curioso que algunos de los compañeros de viaje del señor Robertson no hayan sido capaces de encontrar sus lenguas para comentar esta última perturbación internacional inspirada por Robertson”. Criticó al Consejo de Investigación Familiar y a la Coalición de Valores Tradicionales, pendientes de censurar a quienes no les agradan a ellos, “no así con Robertson, que sólo pidió que Estados Unidos asesinen a un jefe de Estado”. También señaló a la administración Bush por no haber “sido capaz de censurar a un compañero conservador que públicamente llama a su país a violar la ley”... .
“La Casa Blanca, avergonzada por el Sr. Robertson, pero aun así demasiado temerosa de mezclar esto con su delgada pero leal base de apoyo, simplemente, escurre el bulto”.
La Embajada en Washington y nuestra Cancillería demandaron una condenatoria al gobierno estadounidense, que no se ha producido y seguramente, no se producirá.
El vocero de la Casa Blanca se limitó a calificar la instigación criminal del pastor como “inapropiada”. Si supiera el influyente Post que aquí el liderazgo opositor ni siquiera usó una expresión como esa. Se entiende ese silencio por los nexos de Bush con Robertson, racista, opositor a los derechos de los homosexuales, fundamentalista, y uno de los promotores de las candidaturas de padre e hijo. Las fotos, cortesía de Panorama, muestran la relación de los Bush con el pastor, pero no explican el silencio de los de aquí. O quizás sí.
La Casa Blanca sólo calificó de “inapropiada” la instigación...
