Pildoritas 57 (año VI)

Si el 14A tuviésemos que registrar un aborto de la naturaleza, ni pensar lo que aquí tendríamos que vivir.


La oposición venezolana, no pega una porque afortunadamente para la Patria, no ven más allá de sus narices, entienden la política como una empresa comercial y entonces sólo les importa lo que a través de ella puedan obtener para su beneficio, es por lo tanto una entelequia fría, sin sentimientos, sin la enorme fuerza que el amor, la solidaridad, los objetivos hacia el logro del bien común, le dan a la política bien entendida como la manera de servir sobre todo en beneficio de los más pobres, algo que se puede apreciar en este país, sólo desde que emergió en el firmamento venezolano un ser excepcional, fuera de lote que comenzó a hablar un lenguaje diferente, que fue entendido por lo pobres, que le siguieron para nunca más separarse de su mensaje, porque él hablaba y les decía lo que ellos siempre quisieron oír y ver convertido en acciones reales.

Chávez logró hacer tanto por los pobres, que del léxico de la política venezolana prácticamente desapareció el término demagogia, porque ni los detractores del proceso se atrevieron a utilizarlo aunque si practicarlo, pues los hechos y realizaciones por sí solos se encargan a desmentirlos.

Ahora cuando se presenta una situación inesperada, ni deseada por la mayorías fiel al proceso, aunque añorada por los desalmados de la derecha, ahora en que él no está es cuando va a quedarle demostrado al mundo, la profundidad y la solidez de las enseñanzas, de los cambios en la conducta política de los venezolanos, de cómo lo sembrado cayó en tierra tan fértil que cuando se le somete a una primera prueba sin su presencia física, la lealtad de su pueblo no varía sino que más bien tiende a multiplicarse, porque ahora todo lo que hagamos tendrá la impronta, el recuerdo y la fidelidad a una obra inconmensurable, tanto que trascendió la fronteras de la Patria,

Eso no lo ha entendido el sector que no actúa por su propia voluntad simplemente porque han sido inoculados por el virus de la mentira, de la negación a ultranza de todo lo positivo que este país ha vivido en tan sólo 14 años de revolución y que ahora tiene al frente, en una nueva contienda electoral a un sujeto que quien lo oye y ve, con sus carencias en todos los sentidos piensa que puede engañar a la mayoría, que ya tomó su rumbo sin retroceso, que ofrece resolver lo que ya ha venido resolviendo el gobierno revolucionario, sin negar que aun persisten detalles que no son otra cosa que la vil herencia de un capitalismo salvaje en donde lo social era relegado a los últimos planos de importancia y los índices negativos tenían sumido al pueblo en terribles desigualdades, desigualdades que retornarían casi que de inmediato con consecuencias impredecibles porque el pueblo no se dejaría quitar ninguno de sus logros nacionales e internacionales, y este país se aislaría hasta el punto de tener que entrar en un crisis de dimensiones impredecibles.

Faltan muy pocos días para que este pueblo aproveche la oportunidad para agradecer a ese ser tan maravilloso que fue nuestro Presidente, con un hecho el voto, que cuesta muy poco en realizar pero que tiene una fuerza enorme para garantizar la continuidad del legado y no tener que esperar de nuevo décadas para que el pueblo se arrepienta en caso de que por un parto de la naturaleza, llegase al poder la oligarquía representada por la vergüenza de un candidato de tan poca monta, o nos viésemos forzados a un nuevo caracazo que sería la única salida del pueblo cuando comience a sentir que llega alguien a quitarle lo que el único gobierno que llegó a abrazarse con los pobres, visibilizarlos y sacarlos de las carencias y limitaciones, les dio para dignificarlos.

saulmolina2006@gmail.com



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Saúl Molina Z


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