“Autocrítica” no criticones

No sé cómo realmente vamos a encarar con madures la “Autocrítica”. Si vamos ahora a convertirnos en puro criticones porque Chávez dio una línea de revisión y como él dice hay que hacer esto salimos ya con franelas, banderas y estandarte con la palabra “Criticamos somos todos” haciendo de una línea política una moda pasajera, como bien lo dice Miguel Pérez Pirela de no hacer de la Autocrítica una moda. Seamos sinceros y hagamos unas cortas reflexiones a ver si de verdad estamos dispuestos, no a cuestionar solo conductas y acciones, sino de evaluarnos y evaluar las cosas aún oyendo a los inconformistas chavistas y disociados opositores porque de tanto en tanto hacen sus críticas con excelencia y en algo hay que ver ya que sino ven los avances de la revolución tienen oídos y ojos para mirar lo malo.

Seamos sinceros pero usted no ha tenido conversaciones con personas aún del proceso revolucionario o antirrevolucionarios que descarnadamente dicen cosas y uno por defender a capa y espada a Chávez les dice: ¡Pero deja de mirar tanto lo malo y los errores!, aunque en el corazón uno después medita y te da como esa indignación. A mí me ha sucedido eso, lo que pasa es que como se es impotente a buscar soluciones o de no encontrarse de frente con el problemático, el mediocre o el o la insensible para decirles unas cuantas cosas en su cara o aún mejor tener el poder de echarlo a patadas del cargo, le que a uno ese sabor agrio de que algo no está bien.

Comencemos a reflexionar sobre los Consejos Comunales. Yo pertenezco a uno. Por vez primera ganó una elección interna por mayoría de votos como vocero para la Comisión de Comunicación. Bueno chévere todo, la primera reunión se hizo. De 40 voceros solo asistieron 12, y fue mucho, después otra reunión fueron 9 voceros y al paso del tiempo solo 7 voceros. Me preguntaba una y mil veces más; acaso no todos se animaron a organizarse para hallar soluciones a sus problemas, para hacer de la comunidad algo más limpia y hermosa, para estimular el deporte, para lograr accebilidad a las políticas sociales sin excluir a nadie.

En dos años esto es lo que he visto en este “Consejo Comunal” e apatía, indiferencia, un vocero que se ha victimizado desde entonces de ser el único que todo lo hace pero a la vez excluye, de ofrecerse cosas que no llegan y sobre todo que al momento de entrega de tanques y la inscripción para el programa “Mi casa bien Equipada” aparece todo el mundo, pero después de lograr el tanque u lo otro, la comunidad se vuelve atrincherar en sus hogares sin impórtale un pito la basura, el alumbrado eléctrico, la inseguridad, etc, etc.

Me quito la cabeza y la doy al mejor postor y lo mismo está sucediendo en las mayorías de los Consejos Comunales. Cuántos no irán a las reuniones de las Salas de Batalla Social y se encuentran con las mismas caras, la ausencia mayoritaria de juventud, las mismas señoras en su mayoría que hacen de arquitectas, proyectistas, marchistas, enfermeras, albañileras, deportistas, recreacionistas, esas mujeres que son siempre mujeres aguerridas a veces desgastándose con el peso de que los proyectos aún no se aprueban y cuando se aprueban luchan sin experiencia auténtica y sincera de cómo administrar los recursos económico y cuidar de los voceros y voceras que sí aparecen a ver cuánto de eso podrán lograr un beneficio personal.

Si vemos al grupo que asume con sinceridad, con salario o no, por qué siempre me pregunto y cómo hacen para los ingresos, están de sol a sol, de semana a semana bajo la presión rítmica revolucionaria e institucional de las mil tareas por hacer; reunión el lunes, reunión el martes, hay que correr y hacer los proyectos que éste o tal Ministerio está ofreciendo, a correr todo el mundo, tienen dos días para presentar un proyecto de tantas páginas con presupuesto y todo.

Eso acaso no es un desgaste, tal vez contáramos en estas salas con un equipo multidisciplinario profesional en las áreas de ingeniería, construcción, proyectos, administración e informática que puedan asesorar en todo y así canalizar las cosas aminorando las frustraciones, a los vividores y los apasionados inexpertos que creemos en la revolución.

Realidades que a la larga consume a todo el mundo y no les permite ver bien el bosque porque se dedican mucho a talar el árbol. Considero que aquí hay muchas fallas y es lo que no ha permitido realmente en la instauración, por decir algo, de la Comuna que Chávez sueña.

Queda mucho más por decir.

Juliocesar1221@gmail.com


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Julio César Colmenares G.

Comunicador alternativo.

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