¡Qué vaina, no pego una, tengo la chispa atrasada, trato de ponerme al día, de noche, vaya contrasentido!
Me entero de que Su Santidad el Papa Benedicto XVI designó a otro Nuncio Apostólico en Caracas, tal vez por el sonado escándalo de cuando esa gente asiló en su Nunciatura, nada más y nada menos que al aberrado sexual y procaz criminal Nixon Moreno, tutelado por El Cardenal Urosa y demás terroristas de esa secta que es la Conferencia Episcopal Venezolana.
Es de triste recordación la participación del entonces Cardenal Ignacio Velasco en el golpe de Estado de 2002, bajo el alias de “Zamuro Negro”. Igualmente la abierta participación de Monseñor Lückert, Monseñor Porras, Monseñor Ovidio Pérez Morales, Monseñor Diego Padrón y etc.
Hay uno de esos tipos y cuyo nombre ignoro, que dijo en televisión –cuando el golpe- “¡Todos saben que yo soy adeco!”.
¿Recuerdan al tal Jacinto Berloco, aquel Nuncio que ni pestañaba?
Bueno, pero ahora hay en Carcas un Nuncio del que me entero parece desmarcarse de toda esa secta conspirativa -contra el Estado Venezolano- que es la CEV, puesto que supuestamente tuvo una reunión con el alto gobierno y en la que estuvieron Dios (dado), Jaua, Maduro y José Vicente.
Eso es muy positivo y ojalá se recupere la sindéresis por parte de esa gente pero la verdad es que esos carajos han dejado muy mal parado a SS el Papa, ante el pueblo.
Bienvenida la buena relación con todo el mundo, e inclusive con El Vaticano pero, con respeto recíproco.
