Grandes atletas margariteños emigran por mal trato

Todos los tratadistas de cualquier disciplina afín con la educación de niños y adolescentes le dan al deporte un rol fundamental en la formación de su carácter y espíritu.

Quienes se especializan en técnicas antidrogas, ratifican que el deporte es la mejor medicina práctica para eliminar el vicio de las calles nacido en el ocio y el desperdicio de tan altas energías iniciales.

La Revolución, liderada por un deportista, ha establecido pautas muy altas de apoyo integral al deporte. Desde la llegada de maestros experimentados hasta inversiones mil millonarias en dotación de implementos, creación de estadios (los de fútbol de la Copa América le permitieron a Venezuela ingresar a la élite mundial del balompié) a becas de perfeccionamiento en los grandes centros de entrenamiento internacional y todos los medios para que puedan viajar e instalarse como merecen.

Se acabó la era de los deportistas mendigos de los alcaldes y gobernadores que acababan explotándolos con fines politiqueros. Ahora tienen un Fondo propio que garantiza el financiamiento institucional no partidista.

Ahora los atletas son cabalmente respetados inclusive la nueva Ley del Deportes bolivariana les otorga paridad a la hora de toma de decisiones en las federaciones y organismos de conducción y administración de presupuestos y dinero.

Eso pasa en esta Venezuela de la Juventud Dorada. La que todos los fines de semana nos regala grandes éxitos internacionales: Maldonado, Ceccotto, Jhoan, la Vinotinto (ahora con patrocinio PDVSA), el vóley de playa, el baloncesto y tantos otros que en estas horas nos llenan de felicidad.

Ahora si miramos a Nueva Esparta, todo es desolación. Una infraestructura espectacular, semiabandonada, muchas horas cerradas, sin profesores ni orientadores.

Los atletas neoespartanos, cansados del maltrato emigran a otros estados donde los acogen con los brazos abiertos y le facilitan los medios para su desenvolvimiento. Ahora ganan medallas y premios importantes, hasta casas, defendiendo los colores de provincias donde no nacieron ni residen.

En los recientes nacionales estuvimos entre los últimos. En el 2000, solo en Vela, con el maestro Juan Carlos Triana, se ganaron 22 medallas.

Juntos construiremos futuro cierto para que los deportistas margariteños y cochenses tengan lo necesario para triunfar portando la bandera de Nueva Esparta. 

¡Un fuerte abrazo y vamos con el deporte para todos!

NE.DANTERIVAS@GMAIL.COM   



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Dante Rivas


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