Tsunami de candidatos

La tempranera candidatura de Julio Borges provocó un deslave electoral en la confundida oposición venezolana. Hasta los abstencionistas más irracionales fueron azotados por la emoción. El adeco Antonio Ledezma (esa condición sólo se pierde con la muerte, dijo don Rómulo) y el copeyano Oswaldo Alvarez Paz, sienten que los madrugaron, pues más allá de las poses incendiarias, en el fondo aspiraban ser los ungidos del antichavismo. A estos hijos directos del bipartidismo, negados en su momento por sus padres políticos, les revienta que ahora les gane la partida un nieto del puntofijismo. Así es la cochina política. Ayer, los viejos Caldera y Alfaro; hoy, el joven Borges.

El justiciero precipitó su lanzamiento cuando vio que más de nueve mil opositores se lanzaron en cambote en procura de cargos municipales. Esta cifra triplica la de los aspirantes bolivarianos. Atrás quedó, para los inconsolables viudos del cisne negro, el llantén y la cantaleta del fraude. En Primero Justicia saben que los que llaman a salir de Chávez “como sea” son cuatro gatos que saltan hacia el tejado al menor chasquido de un fósforo. Desde la comodidad de sus casas y oficinas llaman al asalto final y cuando un triquitraqui hiere sus tímpanos de seda entran en un prolongado estado catatónico. El “yo no fui” se vuelve a convertir en la única conjugación del verbo ser que repiten como una fijación más anímica que gramatical.

Los adecos ven al madrugador toro amarillo desde la barrera. Hace rato inscribieron sus candidatos municipales. Igual hicieron COPEI, Proyecto Venezuela, el MAS, Bandera Roja y todos los partidos opositores. La cosa es tan graciosa (yo diría, buena) que hasta los retóricos abstencionistas tienen varios candidatos, si es que alguien puede entender ese oximoron. En una convulsa reunión en El Hatillo, ya de madrugada, casi se van a las manos los partidarios de Ledezma, Alvarez Paz, Esclusa, Melo, Poleo y Machado. Otros que también aspiran guardaron silencio, en espera de su oportunidad. Es por eso que el único abstencionista respetable en este país se llama Domingo Alberto Rangel, el viejo, bajo cuyo liderazgo fundamos y organizamos, por los años 70, los Grupos de Acción Revolucionaria (GAR).

Gerardo Blyde cruzó y entrecruzó todas las encuestas habidas y por haber y llegó a una conclusión que no ameritaba tanto esfuerzo estadístico e intelectual: que el chavismo es mayoría a todo lo largo y ancho de la geografía nacional. Aun así, su partido lanzó un candidato para el año 2006. Los golpistas y guarimberos no entienden esto después que el justiciero reconoció que son minoría. Amantes y fanáticos de los atajos, aventuras y nostálgicos de que el imperio les resuelva sus problemas, estos analfabetos políticos creen que en alguna parte del mundo existe un sistema de elecciones donde todos los que participan son mayoría. Es decir, una democracia sin minorías. El fanatismo es así, corto de entendedera.

Lo cierto es que más de nueve mil candidatos opositores y unos tres mil bolivarianos andan por todas las parroquias y municipios de Venezuela en busca del apoyo popular. Esta es una realidad incontestable. A esto se suma un apurado candidato presidencial antichavista que ya se lanzó al ruedo con bombos, platillos y amplio despliegue mediático, más unos 30 aspirantes del mismo bando que, ya lo verán, no aguantan dos pedidas; sólo están esperando que la patria los llame. Por si fuera poco, el sector opositor cada semana alumbra nuevos partidos o sus ONG se transforman en tales, como Súmate. Y si faltara algo, los autoproclamados abstencionistas se pelean a muerte por imponer a sus homólogos la candidatura de su preferencia.

Resulta, pues, emocionante, ver que el puesto de Frijolito III ha desatado un auténtico clásico de candidatos y una pugnacidad electoral en todo el espectro oposicionista que, sin duda, la democracia venezolana aplaude y agradece.


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Earle Herrera

Profesor de Comunicación Social en la UCV y diputado a la Asamblea Nacional por el PSUV. Destacado como cuentista y poeta. Galardonado en cuatro ocasiones con el Premio Nacional de Periodismo, así como el Premio Municipal de Literatura del Distrito Federal (mención Poesía) y el Premio Conac de Narrativa. Conductor del programa de TV "El Kisoco Veráz".

 earlejh@hotmail.com

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