“Suda Frío”

Fue una de tantas fabulosas historias que escuche siendo niño sobre el beisbol en Venezuela. “Suda Frío”, era un pitcher –creo- del Magallanes cuya estrategia era lograr con su calma y lenta parsimonia exasperar los bateadores y ponerlos a sudar.

Le sacaba ventajas al sudor. Se valía de él para encantar a los bateadores y dominarlos.

Cosa de no aceptar, pero sin duda cierta, el sudor era su aliado y mejor compañero en momentos difíciles.

Todo lo contrario le acaba de suceder en una simple rueda de prensa al candidato Capríles a quien el sudor terminó minándole no solo su energía sino lastimosamente sumió en descontrol. Evento frenético que arruinó tanto su “orden expositivo” como su capacidad para articular alguna respuesta valida a quienes lo interrogaban.

Se le miraba mover las manos en exasperante falta de armonía. Mientras sus mirada se desorbitaba para cubrir inexplicables silencios. Así su ritmo expresivo se dislocó de manera abrupta, desconcertante.

Asombraba por su obsesión de ser coherente. Su límite de cordura se tornó en infierno, trance donde el sudor terminó sazonándolo.

Perdió el control y prefirió irse a la blasfemias y la bobería, mientras derrochaba estrechez de ideas. Pleno de sudor, cargado de ímpetu y desesperanza, mostraba un azaroso y fatal lenguaje.

Era explicable que pasara, hasta cuando va a seguir ocultando lo que él realmente siente. Como soslayar su carga de racismo e intemperancia social.

Como ocultar sus sentimiento y evitar angustia, molestia, por la hipocresía de su traición que lo inunda de sudor y ciega y confunde al hablar.

Después de la angustiosa experiencia, blasfema en ese antiguo dogma: “has de ganar el pan con el sudor de la frente”.

Detesta al poeta que escribió la décima de retruque: El amor es un dilema,/ es un dilema el amor,/ como en la arena el sudor, /como el sudor en la arena. Razones no le faltan
Me dijeron que mando a prohibir en el Estado que gobierna la reproducción de la canción Facundo, aunque la cante Celia Cruz, por que la letra pregona: “Trabaja, Negro, trabaja, y vive de tu sudor”, estima que es ofensa y burla a “su dignidad”. Vaya, vaya.

Como cierre y a pesar de que seguro no le agrade, como a Francisco Franco el gran poeta García Lorca, le asomo este gran verso suyo: “Cuando el sudor de nieve fue llegando / a las cinco de la tarde /; a él la infantilidad de sus palabras, seguro impulsan a sudar y al llenarse de patología y temores.

tuliomon@gmail.com





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Tulio Monsalve


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