El viernes 16 de marzo de 2012 regresó a Venezuela triunfante y con gran entusiasmo el Presidente de la República, el comandante Hugo Chávez luego de la operación a la cual tuvo que realizarse en el hermano país de Cuba después que se le detectase una lesión de 2 centímetros producto del tumor cancerígeno que fue extraído hace meses con una exitosa operación.
A su arribo al país hemos observado dos visiones distintas de ver su llegada. Por un lado está el amor desbordado del pueblo, ese que entiende el proceso histórico que atraviesa la Patria y a su vez comprende el papel fundamental de un líder como el comandante Chávez para consolidar la Revolución Bolivariana que se ha emprendido desde hace 13 años. Por otra parte se encuentran aquellos que, con el mas vil odio y resentimiento desprecian al Presidente y a todo el pueblo que lo respalda, los mismos que promueven a través de su guerra psicológica y mediática una campaña necrofílica que plantea el peor de los escenarios en cuanto a la salud del primer mandatario nacional.
No es un secreto para nadie la conexión ideológica y sentimental que existe entre Chávez y el pueblo; cuando hablamos de la conexión ideológica nos estamos refiriendo a la aprobación que existe en la población a los ideales bolivarianos y el proyecto socialista que se plantea, y cuando mencionamos la conexión sentimental, estamos hablando de ese amor inmensurable, que cuando esta presente no hay fuerza capital, ni fuerza material que valga, simplemente existe el sentimiento mas profundo del corazón, que hace que cualquier fuerza externa desaparezca y trasciende muchas veces las barreras del entendimiento humano, donde están demás las palabras y no existen estereotipos. Así es el amor del Comandante por el pueblo y del pueblo por el Comandante, totalmente recíproco, que es capaz de vencer las fuerzas del odio, ese odio maquiavélico que desprende la burguesía venezolana desesperada que aún no sabe como regresar al poder político y económico del país, que perdió hace tiempo gracias al liderazgo de Chávez, quién a colocado al pueblo como eje fundamental de participación a través de las distintas organizaciones del poder popular.
Mientras una parte del país aplaude y ve con buenos ojos el liderazgo del Pdte Chávez y el proyecto bolivariano y socialista que desarrolla la revolución, otros se encargan de generar diferentes matrices de opinión a través de su maquinaria comunicacional, cuyo objetivo es generar sosobra en la población para crear un ambiente de caos que conlleve a la tesis de la "ingobernabilidad".
Tenemos por delante un gran reto de cara a este venidero 7 de octubre, que no es otro que trabajar sin descanso calle a calle, casa por casa, cuerpo a cuerpo, para la victoria del Pdte Chávez y el pueblo que permita profundizar y consolidar el proceso de cambio. Es el reto del amor contra el odio y la verdad contra la mentira y es nuestro deber defender la revolución, hasta con la vida si es posible, esa revolución que representa el desarrollo de nuestro país a nivel político, social, económico, educativo, deportivo y cultural, y que no plantea una utopía, sino un hecho realizable, esa revolución que con logros tangibles ha llenado de bienestar a nuestro pueblo.
Hoy mas que nunca debemos unirnos para impedir que regresen al poder esas fuerzas del odio que llenaron al país de miserias durante 40 años de bipartidismo adeco-copeyano. A mis escasos 17 años de edad estoy convencido que esta Gran Patria Bolivariana y esta Revolución ya tiene un impulso que nada ni nadie va a detener. Sigamos pues, dando la batalla con conciencia, convicción y teniendo en cuenta nuestros ideales bolivarianos llenos de profundo amor por la Patria. Independencia y Patria Socialista, Viviremos y Venceremos!
Twitter: @LuisFGJ
