Compulsivo consumismo de la nueva clase brasileña

Una verdad gigante la superación de mas de 20 millones de pobres en las administraciones de Luis Ignacio Lula da Silva, generando riqueza con empleo, pero, sin desbaratar la corrupción política que ahoga a doña Dilma Rousseff; identifica las fuerzas potenciales detrás de esta realidad, se revisa los cambios a través del tiempo y la evidente desigualdad con esos 11.42 millones de brasileños y brasileñas que viven en las favelas según el Instituto Brasileño de Geografía y estadística (IBGE) quien tomo los resultados del censo demográfico efectuado en el año 2010.

Lo triste es que la vieja y nueva clase media se niega a estudiar el papel que juega la globalización y los cambios tecnológicos en la cultura de quienes dejaron de ser pobres para enfrentar las ventajas y desventajas de los mercados como el blindaje financiero de Brasil y los cambios en la estructura de los hogares, lamentablemente, como no hay buenas alternativas de política no ayuda a enfrentar el triste consumismo que no analiza la desigualdad salarial. Estudios indican que los constantes cambios tecnológicos en la información y comunicación son considerados factores importantes en la creciente desigualdad porque los mejor educados y preparados son lo beneficiarios directos de la revolución tecnológica.

Los brasileños 800000 toman por asalto EEUU, armados con una moneda fuerte apreciada frente al dólar un 12%, con acceso a créditos directos y por una inagotable energía para comprar y sin que importe que el crecimiento brasileño se redujo a un 2.9%, pero, la novelería de la nueva clase media brasileña consiste en escaparse a los EEUU para realizar compras, es un buen ritual de iniciación, llevados por la tecnología que van desde los PAD de Apple a las franelas marca POLO a mitad de precio de lo que cuesta en Brasil, dicen.

El blindaje de Brasil por la crisis y para beneficiar la industria brasilera convierte en ultra costoso cualquier tipo de fabricación o compra de bienes; habría que restar y sumar par ver si el pasaje y el hospedaje justifican las compras en EEUU o simplemente es, una estupidez cultural.

En Florida, los brasileños con más de 1000 millones de dólares gastados en los 6 primeros meses del 2011 ocupan el primer lugar de los compradores más compulsivos, un aumento del 61% frente al 2010 y a más del doble de los británicos.

“los compradores brasileños están en el primer lugar de las listas de los minoristas estadounidenses” señalo Fred Dixon vicepresidente sénior de desarrollo turístico de NY& Co. “El nuevo peso global del comprador brasileño evidencia el ascenso de la mayor economía de América Latina, en momentos que EEUU y Europa se encuentran sumidos por la crisis” concluyo Dixon.

El Departamento de Estado anuncia la posibilidad de levantar el requisito de la visa a los brasileños para incentivar las compras que en el 2010 en New York, superaron el monto de compra de los visitantes tradicionales; los brasileños gastaron 1650 millones de dólares, los británicos 1400, los canadienses 1200 y los italianos 1100 millones de dólares según la secretaria de turismo de esa ciudad.

En todo caso Brasil, ocupa el primer lugar en Sudamérica por su población en desigualdad, al menos hasta que se aclaren los conceptos utilizados en diferentes estudios, hasta eso, lo único cierto es que no hay nada que evite el crecimiento de la desigualdad mientras no se analice la globalización y los cambios tecnológicos en países cuyas culturas son frágiles y donde las reformas regulatorias temporalmente satisfacen la apreciación del real, pero, que sin embargo no ayudan al crecimiento económico como tampoco mejoran el conocimiento, la conciencia y la cultura del pueblo. 

rcpuma061@yahoo.com




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Raúl Crespo


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