Como era de esperarse la crisis política, generada en el Ecuador, ha provocado la salida del mandatario Lucio Gutiérrez. Las protestas generalizadas y el retiro del apoyo de las Fuerzas Armadas, agravaron la crisis. La decisión de declarar el abandono del cargo fue adoptada por el congreso con 60 votos de los 62 legisladores presentes. La Carta Magna del Ecuador señala en su artículo 167, numeral 6, como causal para el cese de las funciones del ejecutivo nacional: “El abandono del cargo, declarado por el Congreso Nacional”.
La situación en el Ecuador, no está completamente esclarecida. La decisión del Congreso todavía no ha sido aceptada oficialmente por el ex presidente Lucio Gutiérrez. A través de diversas informaciones emitidas por medios de comunicación, se especuló en primera instancia que el ex gobernante había solicitado asilo político en Venezuela y en Panamá. Posteriormente los medios señalaron que Lucio Gutiérrez permanecía en una base militar de su país. Finalmente por información oficial, ya ratificada por autoridades brasileñas, se anunció que el ex presidente ecuatoriano se encuentra en la embajada de Brasil ubicada en Quito y solicitó asilo diplomático.
Alfredo Palacio, vicepresidente del Ecuador, fue juramentado por la vicepresidenta del Congreso, la socialcristiana (OPSC) Cinthya Viteri, como nuevo Presidente del Ecuador y gobernará hasta enero del 2007, fecha en que habría culminado el mandato de Lucio Gutiérrez.
La confusión que existe en torno al abandono del cargo, por parte de Lucio Gutiérrez, debe ser observado con cautela por parte de los gobiernos latinoamericanos. Tenemos la experiencia en Venezuela del 11 de abril, cuando el presidente Hugo Chávez fue obligado a abandonar el cargo. Por supuesto que la crisis política vivida en el Ecuador, es completamente diferente a la que se vivió en nuestro país. El ex presidente Lucio Gutiérrez no sólo cuenta con el rechazo del pueblo ecuatoriano sino también con el de las fuerzas Armadas.
A fin de fortalecer la democracia, los organismos internacionales como la OEA, la Comunidad Andina y la naciente Comunidad Suramericana de Naciones, deben evaluar la legalidad de la medida adoptada por el Congreso y pronunciarse, evitando así dejar sentado un mal precedente en Latinoamérica. La OEA cuenta la Carta Democrática Interamericana que pueden invocar los países de la región cuando ocurran casos como el ocurrido en el Ecuador, donde no se tiene completamente claro si la decisión estuvo apegada al derecho.
En vista de que el pueblo ecuatoriano perdió la confianza en la dirigencia política actual, una solución al problema que atraviesa el Ecuador sería que el ex mandatario ecuatoriano hiciera pública su renuncia y se convocará, en el corto plazo, a elecciones.
El inconveniente radica en que la Constitución del Ecuador no contempla un llamado a elecciones en el caso de ausencia definitiva del Ejecutivo Nacional. La ausencia del presidente la suple el Vicepresidente, por el tiempo que falte para completar el correspondiente período constitucional.
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