Desarrollo vs. Ambiente

Me encuentro entre quienes se preocupan por los problemas de deterioro ambiental, causados por la actividad humana. También estoy entre aquéllos que opinan que el desarrollo capitalista, sobre todo en nuestros países, se realiza a expensas de la destrucción inmisericorde del ambiente, de los seres humanos y de cualquier ente, escenario o circunstancias, que sean interpretados como obstáculo a las inversiones y a las ganancias inherentes a dicho sistema económico. Éste puede llegar a ponerse en peligro a sí mismo y a su clase dominante con tal de incrementar en forma inmediata sus ganancias, incluso si este aumento es efímero y se revierte luego en pérdidas graves, que coloquen a las empresas involucradas y a otras al borde de la desaparición. Las guerras imperialistas del siglo pasado y las agresiones bélicas del actual así lo demuestran.

El convencimiento anterior, sin embargo, no puede alimentar la posición de tener que paralizar el crecimiento y desarrollo de las sociedades, pues el medio ambiente sufre con el mismo. El hombre, desde que existe, ha actuado sobre la naturaleza en forma consciente, apropiándose de ella, modificándola y destruyéndola para transformarla. Eso es lo que se hace al encender una hoguera en un bosque, para calentarse o cocinar alimentos; cuando se cortan unas flores para adornar una vivienda, cuando se caza o se siembra una semilla para alimentarse, por sólo mencionar acciones humanas muy simples. Por supuesto que las transformaciones ambientales son mayores, cuando se trata de actividades industriales contemporáneas o de construcciones de gran magnitud, dirigidas a la explotación de nuevos recursos o a facilitar las operaciones de los estados nacionales.

Estas grandes modificaciones de por sí no pueden transformarse en impedimentos absolutos del desarrollo de las naciones. China no puede renunciar al uso de los combustibles fósiles en su proceso de progreso económico, a pesar de que se atribuya el recalentamiento global al uso de los mismos; primero se tendría que cortar el consumo gigantesco de electricidad en Las Vegas, como consecuencia de la actividad de casinos, que no rinden un provecho global a la humanidad. No se puede detener la construcción de una carretera en Bolivia con el argumento de la desforestación que producirá y, mucho menos, porque pase a través de territorios indígenas. Si las cosas fueran de ese modo no se podría realizar ninguna construcción en ninguna parte, pues siempre se destruiría el ambiente y se afectarían territorios propiedad de algunos nacionales.

Se trata entonces de establecer un balance entre los aspectos positivos y negativos derivados de las actividades concretas de industrialización o de construcción, para tomar las mejores decisiones. Se trata también de desarrollar el conocimiento para corregir los efectos indeseables de las mismas, sean éstos ambientales, sociales o de cualquier otro tipo.

lft3003@yahoo.com


Esta nota ha sido leída aproximadamente 6636 veces.



Luis Fuenmayor Toro

Médico-Cirujano, Ph. D., Ex-rector y Profesor Titular de la UCV, Investigador en Neuroquímica, Neurofisiología, Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología. Luchador político.

 lft3003@yahoo.com      @LFuenmayorToro

Visite el perfil de Luis Fuenmayor Toro para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Luis Fuenmayor Toro

Luis Fuenmayor Toro

Más artículos de este autor