Por bipartidismo se entiende básicamente un régimen político bajo el control de dos partidos que responden a los intereses de una misma clase dominante. A su vez, dicha clase está compuesta por una variedad de grupos tales como empresarios, banqueros, terratenientes, comerciantes, quienes tienen en común su privilegiada posición económica.
Esta burguesía se apoya en las agencias partidistas para mantener la dirección del Estado en un marco de aparente legitimidad que proviene de elecciones supuestamente libres y democráticas, de igual modo la posibilidad de alternar entre uno u otro partido para las funciones de gobierno genera una sensación de cambio y renovación de esperanzas en la población que en el fondo favorece la perpetuación de la clase opresora.
Suele un desgaste de la credibilidad del sistema de alternabilidad, el cual se vuelve incapaz de crear nuevas ilusiones en la clase popular luego de defraudarla y empobrecerla gobierno tras gobierno, es entonces cuando el mayoritario descontento social requiere de una vanguardia para convertirse en una fuerza ordenada, coherente y capaz de refundar el Estado e implantar la igualdad social.
Previo a 1998, Venezuela jamás pudo establecer un gobierno independiente ante potencias extranjeras, pues los grupos que administraron la república fueron subordinados del neocolonialismo estadounidense; han sido la sorprendente unión entre el pueblo y la fuerza armada la fórmula bolivariana para derrotar al universalizado bipartidismo burgués que tarde o temprano caerá en otras regiones del mundo.
Constitucionalista y penalista. Profesor universitario.
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