Desayunando
con Globovisón, Clara, la de la vida oscura, piensa en voz alta y
destemplada: “¡Esto es el colmo de la desfachatez! Ahora el gobierno ha
decidido dejarse de disimulos y mandar a sus espías directo a nuestras
casas.
Al
contrario de los países civilizados, donde los espías hacen sus trabajo
sin que uno se dé cuenta, en nuestra petrorepubliqueta bananera, los
espías vienen y tocan la puerta como si nada.
Y
como si nada pretenden que uno le abra y les diga: Adelante, señor
espía del G2 cubano. Sí tome nota de todo… ¿Desea un cafecito?… Tengos
dos hijos, sí, para que se los lleven a Cuba y aprovechen y se llevan,
de una vez, sus computadoras, teléfonos, televisores, digo, para que
vayan equipados y no tengan ustedes, esbirros comunistas, que correr con
esos gastos… ¡Nos creen idiotas!…
Como
no les bastó con vigilarnos con los bombillos cubanos, quizá afectados
por los apagones que entorpecen el funcionamiento de las microcámaras
que llevan dentro… El caso es que el espionaje se llama censo y los
espías son buenos y se llaman empadronadores.
Y
como los petrodólares compran todo, podemos ver a un organismo como el
PNUD, o sea, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, diciendo
que el censo es “casi imprescindible”. Nótese el ápice de decencia de
quien declaró en nombre de la PNUD, al introducir ese “casi” que no es
más que un “sálvese quien pueda” lanzado en clave a la gente pensante de
este país.
Mayor
desfachatez decir que el censo sirve para planificar políticas que
beneficien a todos, es decir, el censo sirve, y te lo dicen en tu cara,
para implementar el comunismo, en el peor de los casos, y en el mejor
servirá como una herramienta para hacer proyectos de salud, educación,
vivienda, infraestructura, que de llevarse a cabo harán creer al votante
común que este rrrégimen sí sirve, por lo tanto no votarían el próximo
año por la democracia, el cambio y progreso verdadero que ofrece la MUD.
¿En
serio nos creen idiotas? ¿Acaso va la gente decente y pensante de este
país a abrir sus puertas y a cerrar sus esperanzas contestando a las
mismas preguntas que serán luego la soga de sus pescuezos?
¿No
ven que si contesto van a saber que tengo un apartamento de tres
habitaciones que compré con un crédito hipotecario de vivienda
principal? Y claro, el gobierno te permite comprar tu apartamento a
intereses bajitos con el único fin de que después que firmemos la
compra, y creyéndonos propietarios, le pongamos cocina italiana, baños
de marmol, pisos de parquet, y una vez despistados los despistados
¡zuas! se cumple la profecía reiterada a diario por Globovisión y un día
amanecemos con una familia cubana viviendo dentro del jacuzzi y con
derecho a la cocina.
Conmigo
no cuenten para echar leña a este fuego igualador. No me chupo el dedo,
sé que el comunismo no da nada. ¡El comunismo quita!”
Clara sorbía su café amargo, aterrada, esperando que tocaran una puerta que se había jurado no abrir...
tongorocho@gmail.com