Pelea a puñetazos entre Monseñor Mario Moronta y el Cardenal Su Eminencia Jorge Urosa Savino, sería tablas

Esta mañanita un poco antes de ser las 3 horas me desperté para hacer cafecito, es que debía salir a primera hora, era todavía muy tempranito para la ocasión, por lo que sintonicé una charrasquita de esperpento que está en la cocina y…¡Oh Sorlibre, el Padre Moronta estaba en Dossier!

¡Coño, ahí está el Presidente!-me percaté-por lo que seguí con interés.

Era el resumen de una misa extraña, un Monseñor Moronta invocando a favor de la salud del Presidente de la República.

Me froté mis ojos todavía lagañosos, para ver mejor, es que un cura en propósito de enmienda no es poca cosa-me dije a mí mismo-sino, al menos, algo.

Pero, además, atizaba otra sorlibresita, conjuntamente con Monseñor Moronta fungía otro sacerdote un tal Porras.

¿Estaré confundido, el tal Baltazar Porras habrá rectificado su conducta agresiva y criminal y pretende reivindicarse?

¡Vaya que no, se trató de otro sacerdote con igual apellido que el criminal Monseñor Baltazar Porras y, estaba ahí concelebrando la misa!

Es harto sabido que el Cardenal Jorge Urosa Savino y todo su séquito de acólitos entre los que destacan Ovidio Pérez Morales, Baltazar Porras, Lückert y toda la Conferencia Episcopal Venezolana-CEV-en pleno, sin excepción de naturaleza alguna, constituye un frente de guerra contra la sabiduría del pueblo y, consecuencialmente, contra nuestro querido presidente Hugo Chávez; de tal manera que observar una misa en contrario a la constante y maligna prédica del alto clericato escuálido, evidencia un hecho raro y ahí estaba Monseñor Moronta, un hombre admirado por muchos pero, a mi modo de ver, acobardado, sometido e indigno de liderar el verdadero evangelio, ahora dando una señal que no puede pasar desapercibida por ninguno de quienes adversamos el apelar inútilmente al recurrente dogma religioso.

Para más señas, os advierto que en la patrulla a la que pertenezco, todos menos uno, consideran a Monseñor Moronta como un buen hombre, y el que considera que no se puede ver como se pervierte la moral y mantenerse de brazos cruzados, piensa distinto.

Monseñor Moronta nunca ha dicho esta boca es mía, cuando el clericato de marras agrede al pueblo y eso no lo califica para mucho.

Pero, tanto da el cántaro a la fuente que puede romperse. Ya lo diría Hermann Hesse: “Para empezar a nacer hay que romper un mundo”

“El ave debe romper la coraza de un huevo para empezar a nacer”.

Misa concelebrada por Monseñor Moronta, Porras (“El bueno”) y otros sacerdotes, a favor de la salud del Presidente de Venezuela, es una pelea a puñetazos-valga sin comillas-con el Cardenal Urosa Savino, Porras (“El malo”) y etc, que abogan en contrario.

(A propósito, no olvidéis que hubo dos Judas: Judas Tadeo y Judas Iscariote, uno bueno y uno malo, tengo entendido).

¿Una obra de teatro?

¡No tengo en la mano los pelos del burro! (pero, los tendré).

oceanoatlanticoguillermo@gmail.com


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Guillermo Guzmán


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