La enfermedad del presidente

Se puede elucubrar mucho en relación con la salud del Presidente y la enfermedad que lo aqueja. Se podría, médicamente, incluso hacer afirmaciones con bastante probabilidad de no cometer errores serios, ni de desvirtuar la realidad. Aunque la información dada por el Jefe del Estado sobre su enfermedad es incompleta, lo cual no es de extrañar pues es la conducta usual de los gobiernos con sus gobernantes, se pueden derivar de la misma diagnósticos y pronósticos con una gran aproximación a la situación real. Sin embargo, no es a ese tema que quiero referirme en esta ocasión, sino al aspecto humano de la cuestión, que parece ser olvidado y sepultado por algunos.  

Ningún ser humano se debería sentir bien por la situación en que se encuentra hoy Hugo Chávez Frías, pues no estamos hablando de un asesino o genocida, sino de un luchador político vehemente, arriesgado, de mucha garra, con un discurso al lado de las mayorías pobres y de enfrentamiento al mayor de los imperios actuales y, además, totalmente dedicado a lo que considera es el proyecto que requiere Venezuela. Se podrá diferir de su propuesta desde diferentes posiciones, tanto antinacionales como revolucionarias, pero ese enfrentamiento no justifica burlas, ni celebraciones, ni malos deseos, con motivo de su actual situación de salud.

Quiérase o no, se trata de nuestro Presidente, electo en una lid tan legal y legítima como las ocurridas en el pasado, quien, por las razones que sea, ha cautivado a una importante porción de los venezolanos y con quien el enfrentamiento debe ser político y en absoluto personal. No estuve de acuerdo que a los ex presidentes Caldera y Herrera Campins, cuyas muertes en absoluto celebré, ni me hicieron sentir feliz, a pesar de haberlos enfrentado en su momento, no se les hubiera rendido los homenajes ajustados a su carácter de ex mandatarios, pues no creo que el odio personal sean buenos consejeros para quienes en un momento particular dirigen los destinos de la nación.

Lamento profundamente lo que le está ocurriendo al Presidente y deseo sinceramente que se recupere lo más pronto posible. No disfruto las calamidades personales como victorias políticas, ni tampoco las victorias políticas resultantes de ese tipo de calamidades.

(*) Ex rector de la UCV


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Luis Fuenmayor Toro*

Médico-Cirujano, Ph. D., Ex-rector y Profesor Titular de la UCV, Investigador en Neuroquímica, Neurofisiología, Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología. Luchador político.

 lft3003@yahoo.com      @LFuenmayorToro

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