La revolución, la moral y las luces

Para hacer análisis correctos de la historia no se puede empezar sino precisando muy bien el contexto temporal, ideológico y político de los hechos y los discursos; ayer celebramos 192 años de la instalación en nuestra ciudad, para la época llamada Angostura, de aquel importante congreso dónde el Libertador Simón Bolívar pronunció una de sus más importantes piezas oratorias y políticas y precisamente de este discurso tomamos lo dicho sobre la necesidad de la moral y luces; entendiendo por aquello del contexto que se refería Bolívar concretamente a la moral republicana de su tiempo y a las luces concebidas por el enciclopedismo francés, lo cual no le quita vigencia a su pensamiento en el marco general de la concepción revolucionaria sobre estos temas.

Hoy diríamos que la moral, e incluso con mayor énfasis la ética, y la preparación teórica y práctica deben ser las condiciones necesarias para asumir con posibilidades de éxito la práctica revolucionaria entendiendo esta como la aplicación de un conjunto de acciones para la transformación social concreta y es por esto que los revolucionarios y revolucionaras no podemos ser portadores y practicantes de esquemas, conductas y concepciones que reproduzcan la sociedad que queremos trascender.

Durante el dominio de los gobiernos oligárquicos, proimperialistas y represores del bipartidismo adeco-copeyano en Venezuela, una de las principales carencias fueron precisamente de la moral y de las luces, la única luz que los guiaba era el resplandor de los lingotes y las monedas del erario público, por eso en el marco de un proceso de cambios políticos estructurales, de liberación nacional con perspectiva socialista bajo ningún concepto podemos aceptar a un corrupto o corrupta en nuestras filas, los hombres y mujeres que desde cualquier espacio hablen a nombre de la revolución deben ser hombres y mujeres probos, comprometidos de verdad con la causa popular, con las luchas del pueblo, con la organización de ese pueblo para la superación del capitalismo.

Aunque no es el objeto de este artículo analizar el discurso de instalación del Congreso de Angostura aquel febrero de 1.819, creo que este señalamiento que hizo el libertador sobre la moral y las luces y su caracterización como nuestras primeras necesidades mantiene total y absoluta vigencia, no obstante el término moral es muy amplio nos da una orientación práctica muy importante para nuestro accionar como revolucionarios, en cuanto a la necesidad de las luces servirá de ejemplo las deformaciones que en boca de gente que ignora totalmente la teoría científica revolucionaria pretenden hablar de socialismo haciéndole un gran daño y no me refiero al pueblo sino a dirigentes políticos y funcionarios del gobierno.

En revolución un corrupto o corrupta es sinónimo de traidor y debe ser no solo castigado sino despreciado por el pueblo entero. ¡Moral y Luces siguen siendo nuestras primeras necesidades!

P.S Para los comunistas de Venezuela el 17 de febrero, al igual que el 15, es una fecha especial ya que es el día aniversario de Tribuna Popular, nuestro órgano de divulgación fundado por Gustavo Machado. Son 63 años de lucha inquebrantable por el pueblo y sus intereses como publicación periódica del partido de la clase obrera.

Y el 16 fue un día de pérdida, ya que ese día perdimos físicamente a ese gran comunista y cantor del pueblo que sigue siendo Alí Primera, honor y gloria a este gran revolucionario.



Militante del PCV

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Edgar Meléndez


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