Cerebro en la Asamblea

Nota para inteligentes de oposición (se han visto casos): Perdona las cosas que leerás aquí, pero no sé qué haces en esa partida.

Cerebro, el amigo de Pinky, formula unos planes pomposos, desgreñados y sumamente variados, con un solo elemento común: siempre fracasan. Pinky, que es bolsa, no se da cuenta y piensa que Cerebro es lo máximo, pobrecito.

  Así pasa con la oposición: piensa que Cerebro, la USAID, la NED, la Embajada, J. J. Rendón, ARS, sus medios, el que sea, son lo máximo, que la va a llevar al triunfo mayúsculo, que partirá la historia humana en dos, etc.

   Son planes casi siempre geniales, como el que formuló la Organización Cisneros en 1998 para el triunfo de Alfaro, me refiero al Ucero. Yo oía el guion y no podía creer que eran tan geniales porque según ese diseño no recuerdo cómo Alfaro, me refiero al Ucero, iba a pasar de menos de 5% a más de 50% en cosa de cinco meses y Chávez iba a quedar haciendo cui-cui. Al final el plan fue abandonar a Alfaro, me refiero al Ucero, y apoyar a Salas  Römer, a la desesperada.

  Ahora el plan en la Asamblea Nacional es el siguiente (me parece oír la voz de Cerebro): perpetrar intervenciones mentirosas, melodramáticas y sobre todo lo más simplistas que sea posible. Si el gobierno las demuele, como es de esperarse y como está sucediendo, recurrir a las artes pugilísticas, como también está sucediendo.

   El problema de esta estrategia (¿o es táctica?) es que no da para mucho. Solo funciona para el sector más disociado y acalambrado de la oposición, que no entiende sino frases cortas y pan con queso. No capta ideas complejas, que impliquen exposición, nudo, desenlace, paradojas, silogismos, entimemas, inferencias, predicados, semantemas, ilocuciones, prótasis y apódosis. Le pones una película en blanco y negro y sus ojos atontados no la perciben siquiera. La sobresaturación publicitaria les ha entrenado para entender solo simplezas como «plomo al hampa», «nada como una Pepsi», «¡con mis hijos no te metas!». Por eso no entienden los argumentos gubernamentales y creen que son cosas de «chaburros» (ver http://bit.ly/bSRq8n). Se autocalifican de «gente pensante de este país» y cada día más prefieren más bien palabras sueltas, porque las interjecciones exigen razonar menos o nada: «¡Comunismo!», «¡cubanización!», «¡dictadura!», «¡autócrata!». Solo asimila ideas chatarra quien solo consume comida chatarra. Su imbecilidad es solo comparable con su arrogancia. El grado cero del sentido. A Roland Barthes le hubiera dado una vaina.

  El Kid Borges comete, siguiendo la consigna de Cerebro, el error universal de manotearle en la cara a una persona mayor. El que no se respeta no respeta a nadie. Cuídate de quien no tenga amor propio. Luego el Kid Marquina propina cuatro manotadas a un colega diputado y dice en Globovisión que lo agredieron. Mentir no les importa mucho, pues parten de la premisa de que algo es cierto solo porque sus bocas sagradas lo profieren, aunque todas las evidencias demuestren la falsedad: Llaguno, el Golpe, el terrorismo gerencial del Paro Patronal, las cifras de Maricorín Tellado, etc. Se les olvidan las torpezas que cometen porque en el eterno presente en que viven solo tienen memoria de menos de 15 días, si acaso. Solo hacen lo que les imponga la moda, es decir, no tienen autonomía alguna. Por eso no pueden nada sin Globovisión y afines.

  Esta propuesta de Cerebro solo sirve para abandonar este reality show de la Asamblea en poco tiempo, con pretextos tan gafotes como los que esgrimieron para no ir a las elecciones de 2005. Esos debates parlamentarios en que el Tea Party venezolano sale revolcado no dan para mucho, ni siquiera para su gente más aturdida.

  No sé qué tiene pensado Cerebro que no sea un golpe de Estado, porque como dijo en estos días el encuestador de oposición Luis Vicente León: «¡Huy, menos mal que las elecciones no son este domingo!» [porque las ganaría Chávez]. ¿Piensa Cerebro? Porque ya el golpe falló cuando tenían Pdvsa, cúpula militar, Cantv, Banco de Venezuela, gente en la calle, más medios, Tribunal Supremo, menos desprestigio y el Imperio no había sido derrotado aún en Irak y Afganistán, ni en Gaza sin recibir un solo tiro (ver http://bit.ly/dErMj0). Ahora no tienen ni a Mubarak.

  ¿No recuerda Cerebro que si la contra sifrina viene como el 11 la esperaremos como el 13?

roberto.hernandez.montoya@gmail.com



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Roberto Hernández Montoya

Licenciado en Letras y presunto humorista. Actual presidente del CELARG y moderador del programa "Los Robertos" denominado "Comos Ustedes Pueden Ver" por sus moderadores, el cual se transmite por RNV y VTV.

 roberto.hernandez.montoya@gmail.com      @rhm1947

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