Venezuela: 26S, ¿Mesa de Unidad o notablato decadente?

La  trinchera opositora del escualidismo retrogrado es la Mesa de Unidad Democrática que congrega un conjunto de personajes, propietarios de las maquinarias electoreras y clientelistas  tradicionales.

La Mesa no es más que un club de notables, viejo modelo de partido analizado en su momento por Mitchels, Duverger y Sartori. Es el tipo de organización política del régimen censitario que excluia del voto a las mayorias sociales por considerarlas no idoneas para tomar decisiones políticas. Los partidos de notables son organizaciones políticas elitescas, a las que concurren las aristocracias de la tierra, la industtria y la banca para tomar decisiones contrarias a los intereses de toda la sociedad. Se trata de formaciones políticas sin programas, sin principios políticos. Estructuras pragmáticas moldeadas para gestionar intereses privados y despojos del Estado, ejecutados por las facciones que proliferan.

El surgimiento posterior de los partidos de masas, con la expansión del movimiento obrero, y la organización de la socialdemocracia, intentó superar las limitaciones de tal esquema político mediante la organización de militantes, la adopción de programas ideológicos y la formulación de propuestas políticas para orientar la gestión estatal. Desafortunadamente este socialismo conciliador terminó capturado por el capitalismo global que lo condujo a terceras vias y neoliberalismos depredadores como el de Blair, el  español, el frances y  el de Obama.

La Mesa de Unidad Democrática, campo de agramante donde se da la rapiña despiadada de connotados caudillos del puntofijismo, no es más que una fachada política que oculta la ambición y la codicia de reconocidos gestores del clientelismo, la politiqueria y el fraude. La retorica de fementida democracia de sus personeros no pasa de ser una cruda  distorsion de sus verdaderos intereses al servicio del capitalismo, el rentismo y el imperialismo, que los financia a manos llenas, a traves de fundaciones y otras o­ngs, detras de las cuales está la CIA, la Dea y  otros mecanismos de control del Estado  Norteamericano.

La organización, el funcionamiento y la plataforma ideológica del Partido Socialista Unidos de Venezuela, verdadera estructura política, en la mejor tradición del movimiento revolucionario, con cuadros, militantes y disciplina consciente, ponen en evidencia la naturaleza regresiva e impopular de la Mesa de Unidad, absolutamente disociada de la modernidad, la democracia y los intereses populares.

Francamente que un empresa de esas dimensiones amerita ser barrida en las próximas elecciones del 26 de septiembre. Sus candidatos no son mas que  vulgares agentes de los intereses corporativos, empresariales, latifundistas y clericales.

La potencia del PSUV y sus alianzas políticas alcanzará nuevos niveles con su convocatoria electoral en la presente coyuntura, toda qvez que para la ciudadania va quedando clara la amenaza de la Mesa de Unidad.

El PSUV, con las inevitables dificultades de toda organización social, se está posicionando como un  nuevo paradigma en América Latina en cuanto a organización moderna de partidos y movimientos políticos. La Mesa de Unidad es el fiel reflejo de la vieja partidocracia exlcuyente de la democraca liberal terrateniente y burguesa. que aun impera, desafortunadamente, en ciertos regímenes politicos conservadores
de sudamerica.

benitez.3334@yahoo.com.co



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Horacio Benitez.


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