La creme ciudadana y la extatua de Colón

Este es un país de “ciudadanos y medios de comunicación civilizados” que repudian la acción "vandálica de una cuerda de desadaptados" que se les ocurrió tumbar la estatua de Cristóbal Colon, el descubridor de la botija de riquezas que sacó a flote el imperio español y europeo a costa de uno de los genocidios más grande la humanidad.

Este es un país de “ciudadanos y medios civilizados” que rechazan una acción simbólica que nada intenta contra ningún pueblo del mundo, ni siquiera contra el pueblo español a quien reivindicamos en su última decisión de rechazo a Aznar, colaborador activo en el genocidio actual contra el pueblo iraquí.

Este es un país de “ciudadanos civilizados” que se estremecen de rabia por esta acción "vandálica", pero que no son capaces de inmutarse frente al asesinato, hambre y miseria de miles de millones de excluidos que nunca pudieron ni podrán tener la oportunidad de ser “ciudadanos de este mundo capitalista”. “Ejemplos de ciudadanos” que se pasearán por los medios pidiendo justicia frente a este acto simbólico de desagravio, pero que conscientes y cínicamente se hacen sordos, ciegos y mudos frente a los desadaptados gobiernos de Bush, Tony Blair, Ariel Sharon, Berlusconni, Jhon Howard y toda la maquinaria financiera desadaptada del FMI y la Banca Mundial que mata inocentes a cada segundo en guerras que violan tratados internacionales y ahogan pueblos con deudas ilegitimas impagables.

Este es un país de “ expertos ciudadanos” que en el fondo lo que son es una masa de hipócritas consumidores y reproductores de un sistema que genera exclusión y genocidio de pueblos, pero que no se dan cuenta que son instrumento de los dueños de las 200 empresas trasnacionales más grandes del mundo que han perpetuado un tejido mundial de relaciones económicas perversas con aparatos financieros, empresariales que controlan medios de comunicación y ejércitos multinacionales para dominar “ciudadanos”, o lo que quedará, cuando culmine el genocidio de las 2/3 partes de los pueblos que sobreviven en un planeta condenado por este modelo explotador a su extinción.

Este es un país de “ciudadanos” que, a partir del hecho de hoy, abrirán un debate lleno de ira por culpa de los "desadaptados" y que seguro tendrán respuesta por quienes nos colocamos por encima de un acto simbólico para contribuir, más allá de lo objetable de la acción, a la discusión sobre la construcción de otra ciudadanía, la ciudadanía de lucha por la vida contra la muerte, la ciudadanía de lucha por la solidaridad contra el individualismo perverso, la ciudadanía humanista que no puede seguir conviviendo con la guerra, la pobreza, la exclusión, el exterminio de la biodiversidad de la naturaleza y sus pueblos, una ciudadanía consciente de que la lógica capitalista constituye la causa y origen de todas las calamidades y sufrimientos del género humano y su entorno.

Este es un país de “ciudadanos en medios de comunicación” con los cuales no vamos a estar de acuerdo en el tratamiento amarillista que le darán al hecho de hoy, porque simplemente encubrirán el sentido, fondo y contenido de este acto simbólico.

Este es un país de “ciudadanos y medios de comunicación civilizados” a quienes llamamos a que se despojen de todo andamiaje alienante para que puedan ver en los desadaptados de hoy: hombres y mujeres que luchan por una nueva civilización y por otra ciudadanía.







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