Las dos franelitas blancas de Luisa Ortega

Luisa Ortega huyó, picó los cabos y fue a parar a México, algo que no termino de entender como una persona con prohibición de salida del país se va así tan tranquilamente. No es la primera vez que sucede, casos hay por docena, la misma Lilian Mitómana Tintori trató de escabullirse pero ya la tenían pillada y fracasó en el intento, a pesar de haberse escoltado con dos embajadores sinvergüenzas.

Luisa Ortega y Lilian Tintori tienen algo en común; ambas son mentirosas compulsivas, con algo muy en su contra: no aguantan un interrogatorio y se caen con los kilos con suma facilidad.

A la Tintori la atrapan con dos cajas contentivas de unos 200 millones de bolos y no se le ocurre otra cosa más creíble que decir que era para comprar los medicamentos para su abuelita enferma de 100 años. Mentira tan burda que su abogado le recomendó cambiarla por otra, que de paso tampoco le resultó, porque ¿quién va a comerse el cuento que ese dinero era para ayudar a los niños pobres?

Luisa Ortega declara para un canal mexicano que ella es una perseguida política de la dictadura de Maduro, el mismo cuento de todos los prófugos de la justicia venezolana, corruptos y asesinos. Ella que estuvo durante todo lo que va del proceso revolucionario trabajando con el estado venezolano se da cuenta de pronto que estaba prestando servicio a un dictador. Lo que no dice la ex fiscal es que ella fue destituida del cargo por unos descarados actos de corrupción y traición al proceso revolucionario, poniéndose al lado de los vende patria que buscaban tumbar al presidente Maduro con actos de terrorismo que causaron muertes y destrozos en algunas zonas del país.

Pero el colmo del cinismo llega a su máxima expresión cuando declara al canal mexicano que ella, pobrecita, nunca pudo comprarse una blusa con la cual vestirse y por eso siempre aparecía con tan solo una franelita blanca, pues tenia solamente dos, mientras lavaban una usaba la otra. ¡Carajo¡, piensa uno; una persona que se tomó el derecho de viajar en un avión que no era de su propiedad abusando del alto cargo que tenia, con un marido diputado, corrupto igual que ella, con cuentas bancarias depositadas en dólares en bancos exteriores, directora ella de un organismo que no era más que una cuerda de mafiosos, tiene el descaro de proferir tremenda mentira creyendo que con su papel de victima va a convencer a alguien, no va a tener con que comprarse un buen ajuar de prendas para vestirse?.

Lo que te faltó decir Luisa Ortega, fue que esas dos franelitas blancas te la regalaron los adecos por los servicios que les estuviste prestando solapadamente mientras estuviste en tu cargo de fiscal general de la nación, con el que obtuviste muy buenos frutos dolarizados. Lo triste para ti Luisa, es que ya los adecos que te utilizaron para que los acompañara y apoyaras en su plan de golpistas te olvidaron, ya ni te nombran pero quedaste rayada y con el prestigio por el suelo. Así terminan los traidores. Trata de no usar más las franelitas blancas a ver si te cambia la imagen repulsiva que proyectas cuando apareces en la pantalla de tv metiendo tus mentiras



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Hermo José Rosales

Comunicador social, poeta, cuentista, escritor, autor entre otros de los libros, “Evocaciones”, “El jardín de las Dalias”, “Mi abuelo el cazador”. Sus trabajos han sido publicados por los diarios “Provincia”, “SigloXXl”, “El Norte” y la revista “Síntesis”, es cofundador del semanario “Anzoátegui hoy”

 hermos4848@yahoo.com

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