La Casa Blanca publicó el 5 de diciembre la nueva estrategia de seguridad nacional del presidente estadounidense Donald Trump, en la que se invoca un "corolario" de la Doctrina Monroe para garantizar el dominio militar estadounidense en el hemisferio occidental y frenar el auge de potencias adversarias en la región, en una aparente referencia a China.
"Para garantizar que Estados Unidos siga siendo el país más fuerte, rico, poderoso y exitoso del mundo durante las próximas décadas, nuestro país necesita una estrategia coherente y centrada en nuestra interacción con el mundo", comienza diciendo el documento estratégico.
Cada presidente estadounidense publica dicha estrategia de seguridad nacional una vez por mandato para definir las prioridades de política exterior de la administración, así como para orientar la asignación del enorme presupuesto del Departamento de Guerra.
"Estados Unidos debe tener preeminencia en el hemisferio occidental como condición para nuestra seguridad y prosperidad, una condición que nos permita afirmarnos con confianza donde y cuando sea necesario en la región", afirma el documento.
En los últimos meses, Estados Unidos ha intensificado sus fuerzas en el Mar Caribe, aparentemente preparándose para invadir Venezuela, el país másrico en petróleo de la región. El ejército estadounidense ha llevado a cabo más de 20 ataques contra embarcaciones que presuntamente transportaban drogas, asesinando al menos 83 personas en flagrante violación del derecho internacional y todos los principios generales de su propio código legal que admite hasta prueba contraria la presunción dfe inocencia. No hay prueba alguna de que las personas asesinadas se dedicasen a actividades delictivas. Para colmo donde hubo sobrevivientes, los naufragos fueron rematados lo que constituye un grave crimen de guerra del que el Secretario de >Guerra Hegseth es responsable porque dio personalmente la orden de rematar a los naufragos que se aferraban a trozos de madera lo que hace presumir que la embarcación fuese uno de los clásicos peñeros que se usan en las costas venezolanas para la pesca y que no son aptos para cruzar el entero mar Caribe para contrabandear droga hasta la costa de Estados Unidos.
El documento busca actualizar la Doctrina Monroe de 1823, que dicta que Estados Unidos no tolerará que las otras potencias mundiales intervengan en América Latina, una región que Washington considera su "patio trasero", donde Estados Unidos es el amo.
"Los términos de nuestras alianzas, y los términos bajo los cuales brindamos cualquier tipo de ayuda, deben estar condicionados a la reducción de cualquier influencia externa adversaria, desde el control de instalaciones militares, puertos e infraestructura clave hasta la compra de activos estratégicos en sentido amplio".
China ha buscado aumentar su inversión en América Latina en los últimos años, como socia en el camino hacia el desarrollo un camino que implica la construcción de puertos y otras infraestructuras. Esa colaboración es vista como una amenaza a la seguridad de Estados Unidos en abierta denegación de la soberanía de los países Latinoamericanos
"En otras palabras, haremos valer y aplicaremos un 'Corolario Trump' a la Doctrina Monroe", afirma el documento.
El documento se centra menos en Asia Occidental, Rusia y la lucha contra el terrorismo, temas que ya recibieron gran atención en anteriores documentos de estrategia de seguridad nacional.
En cambio, la estrategia de Trump exige priorizar la protección del territorio estadounidense por encima del dominio global.
"Tras el fin de la Guerra Fría, las élites de la política exterior estadounidense se convencieron de que la dominación permanente de Estados Unidos sobre el mundo entero era lo mejor para nuestro país. Sin embargo, los asuntos de otros países solo nos incumben si sus actividades amenazan directamente nuestros intereses", afirma el documento.
La estrategia exige explícitamente "una presencia más adecuada de la Guardia Costera y la Armada para controlar las rutas marítimas, frustrar la migración ilegal y no deseada, reducir el tráfico de personas y drogas, y controlar las rutas de tránsito clave en caso de crisis".
También estipula que Estados Unidos debe colaborar con los gobiernos latinoamericanos para identificar recursos estratégicos —una aparente referencia a materiales como los minerales de tierras raras— y promover "oportunidades estratégicas para adquisición e inversión para las empresas estadounidenses en la región".
Además, la estrategia exige priorizar los intereses de Estados Unidos sobre los de sus aliados. Los líderes estadounidenses anteriores "permitieron que aliados y socios descargaran el costo de su defensa sobre el pueblo estadounidense y, en ocasiones, nos involucraran conflictos y controversias fundamentales para sus intereses, pero secundarios o irrelevantes para los nuestros". Esto último implica que Estados Unidos sde hace garante de los intereses de los socios de la OTAN en lLatinoamérica.
Es probable que el documento no se refiera a Israel en este párrafo. Sin embargo, cabe destacar que Estados Unidos ha proporcionado a Israel 20 000 millones de dólares en ayuda militar para destruir Gaza desde octubre de 2023, a la vez que ayudó a Tel Aviv a bombardear Irán en junio. Un hecho que lo hace cómplice de un genocidio que rechaza visceralmente la entera humanidad.
La nueva estrategia de Trump promete "reequilibrar la relación económica de Estados Unidos con China, priorizando la reciprocidad y la equidad para restaurar la independencia económica estadounidense".
Desde que asumió el cargo, Trump ha buscado imponer altos aranceles a las importaciones chinas. Pekín ha respondido restringiendo su exportación de minerales raros necesarios para la industria tecnológica estadounidense.
La estrategia indica que Estados Unidos a pesar de reconocer oficialmente que hay una sola China, seguirá apoyando la independencia de Taiwán.
"También mantendremos nuestra política declaratoria de larga data sobre Taiwán, lo que significa que Estados Unidos no apoya ningún cambio unilateral del statu quo en el Estrecho de Taiwán", afirma.
Pekín afirma que la nación insular pertenece a China, en efecto las representaciones diplomáticas del gobierno de Taipei en el exterior se presentan como República de China .
La estrategia de Trump también exige trabajar con Rusia para poner fin a la guerra en Ucrania. "Es un interés fundamental de Estados Unidos negociar un cese rápido de las hostilidades en Ucrania" y evitar un conflicto directo entre Europa y Rusia.
Critica a los líderes europeos que desean que la guerra continúe.
"La administración Trump se encuentra en desacuerdo con los funcionarios europeos que tienen expectativas poco realistas para la guerra [en Ucrania], encaramados en gobiernos minoritarios inestables, muchos de los cuales pisotean los principios básicos de la democracia para reprimir a la oposición", dicta la estrategia.
Trump hizo campaña con el objetivo de poner fin a la guerra entre Rusia y la OTAN en Ucrania.