Tras el "encontronazo" del 28 de febrero entre Donald Trump, secundado por su vicepresidente Vance, con el comediante ucraniano Zelensky publiqué un post recordando las intervenciones del "Che" Guevara en diferentes foros durante la década de 1960. Enfatizaba: "¡Recuerden, a los imperialistas [refiriéndose a Estados Unidos] no se les puede creer ni un tantico así: NADA!". Aquel "encontronazo terminó con la salida presurosa y sin protocolo alguno del comediante que inmediatamente fue recibido por sus pares europeos en un intento por reparar la afrenta recibida por "su héroe" en la Casa Blanca. En sucesivos spots me he referido a la parodia Trump-Vance-Zelensky, como uno más de los reality shows que forman parte del estilo trumpiano de "negociar". Las palabras del Ché hacían referencia a la manera de hacer política de los estadounidenses y, en general, de los occidentales apoyándose en la mentira y el chantaje. Lo primero, con el claro propósito de engañar y, lo segundo, utilizando la amenaza para obtener ventaja política contra aquél a quien se considera el verdadero enemigo. Trump, sabe de quién se trata y sabe bien del "arte" para atacar. Vance aprende rápido y el "héroe" obedece. Los tres sabían el libreto desde mucho antes y lo que continúa. "La pelota está ahora en su cancha", ha dicho el secretario de Estado Marco Rubio, agregando: "Si los rusos dicen que no, sabremos cuál es el impedimento". Esto en relación al "acuerdo" (previsto desde antes que Trump asumiera la presidencia y al que abrió paso el "encontronazo") entre los emisarios del "apóstol" de la paz (Marco Rubio y Mike Waltz) con los del ilegítimo presidente ucraniano, igualmente ilegítimos, por lo que no vale la pena citarlos. Acuerdo, firmado este martes 11 de marzo en Yeda-Arabia Saudita en el marco de las "conversaciones" Estados Unidos-Ucrania para, de común acuerdo, imponer "una tregua" (cese del fuego, lo llaman) antes de llegar a un acuerdo paz.
La víspera del "acuerdo", es decir el lunes 10, Trump levantó la suspensión de la ayuda militar y los servicios de inteligencia a Kiev que él mismo había decretado la semana pasada. Muestra de lo que esto significa para Kiev, fue el ataque contra Moscú, la capital rusa, con más de 300 drones y misiles la madrugada del martes 11. Este ataque mató a tres niños y hay decenas de heridos por el impacto de los drones derribados. Trump dijo esperar que Rusia acepte el "alto el fuego" y que invitaría al usurpador ucraniano, Volodymyr Zelensky, a regresar a la Casa Blanca. El emisario trumpista Mike Waltz, asesor de seguridad nacional estadounidense, dijo que Ucrania no sólo aceptó la propuesta del amo occidental sino que también "presentó sus principios" para un acuerdo de paz integral, incluidas las garantías de seguridad que requiere. El "alto al fuego", agregó, podría extenderse más de 30 días "de mutuo acuerdo" entre Kiev y Moscú. Los espurios representantes ucranianos "reiteraron que los socios europeos deben participar en el proceso de paz", contradiciendo (aparentemente) lo dicho por Trump en sentido contrario. Parte del libreto.
Respecto al alto el fuego que no es más que un eufemismo para las llamadas "treguas" que forman parte de las "guerras sin fin" de los EEUU, debo recordar lo que dijo el Presidente Putin en enero de este año: "En cuanto a la solución de la situación en sí, quiero subrayar una vez más que su objetivo no debe ser una breve tregua, no una especie de respiro para el reagrupamiento de las fuerzas y el rearme con vistas a la posterior continuación del conflicto, sino una paz a largo plazo basada en el respeto de los intereses legítimos de todas las personas, de todos los pueblos que viven en esta región". Agregando: "lo más importante es abordar las causas profundas de la crisis". Se refería a lo que desencadenó la "operación militar" del gobierno ruso.
A la espera de la reunión que el emisario de Trump, Steve Witkoff, tenga este jueves 13 con el presidente Putin y a la certeza de su respuesta, me hago eco de la confianza que los pueblos libres del mundo tienen en que los liderazgos patológicos y mesiánicos nazi-sionistas serán finalmente desplazados de la geopolítica mundial.