Desde el fin de la Segunda Guerra Europea e Intercapitalista (Dussel, 2010), Estados Unidos se consolidó como una potencia hegemónica en el escenario internacional, liderando la creación de instituciones supra y multilaterales como las Naciones Unidas (ONU). Originalmente concebida para garantizar la paz y seguridad mundial, la ONU buscó ser un espacio neutral de consenso entre las naciones. Sin embargo, con el tiempo, la influencia desproporcionada de potencias como EE.UU, combinada con los cambios en la estructura del poder global, ha erosionado su legitimidad como árbitro internacional, generando conflictos bélicos y guerras de baja intensidad, asimétricas e hibridas, según el momento y las circunstancias. Esos conflictos geopolíticos, generan en los pueblos sufrimiento psicológico personales y colectivos, desajustes socioeconómicos e inestabilidad política, que crean vulnerabilidades; entre personas y su convivencia comunal, que si se prolongan en el tiempo, generan trastornos psicopatológicos en amplios sectores comunitarios, que propician lo que eufemísticamente se denominan "ayudas humanitarias e intervenciones humanitarias de los países que integran el sistema de Naciones Unidas,
Este artículo examina la relación entre la geopolítica hegemónica de EE.UU. y el debilitamiento progresivo de la ONU, por la hegemonía Imperial como equilibrio y árbitro internacional, entre Estados Soberanos para mantener la paz. Se explora panorámicamente la historia, las dinámicas del poder hegemónico de EE UU, las crisis tanto internas como las externas en otros territorios no estadunidenses y los retos que enfrenta el mundo, por la supremacía guerrerista, genocida, extractivista y terrófaga de EE. UU, su brazo armado el Pentágono y ejecutor para Europa, a través de la Organización del Atlántico Norte (OTAN), y su comportamiento de "guapetón de barrio" amedrentador, subalternizador e inferiorizador de Estados Naciones para imponer Políticas Públicas Geopolíticas Coloniales y Tanáticas.
¿Cómo EE.UU y el pentágono han construido su hegemonía mundial, debilitando la legitimidad de la ONU? Para ello nos apoyaremos en un excelente artículo Juan Paz y Miño Cepeda sobre el Renacer del Monroísmo (2025), desde su fundación en 1945, la ONU ha sido utilizada por Estados Unidos como una herramienta para proyectar su poder hegemónico imperial e intereses geopolíticos, de acuerdo con el Destino Manifiesto y la Doctrina Monroe. Esta influencia es particularmente evidente en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde EE.UU, junto con otras potencias, ostenta el derecho de veto. Este mecanismo, si bien fue diseñado para evitar decisiones unilaterales y promover el consenso, ha sido frecuentemente empleado para bloquear resoluciones contrarias a los intereses estadounidenses o de sus aliados.
La proclama de independencia de las Trece Colonias de Gran Bretaña en América del Norte el 4 de julio de 1776 tuvo un valor universal, por primera vez en la era del capitalismo se produjo el rompimiento con el coloniaje europeo, inspirado en los ideales y valores del pensamiento ilustrado, de libertad, fraternidad e igualdad preconizado por la Revolución francesa, pilares fundamentales de la democracia como modelo político y de gobierno emancipador y liberador de los pueblos.
Los amplios territorios de Abya Yala bajo dominio preponderante de Monarquías Españolas y Portuguesas y Haití bajo dominio francés, desde 1492 denominado por Enrique Dussel (1994) como "Encubrimiento del otro" y origen del mito de la modernidad, comenzaron sus procesos emancipatorios, iniciando en 1804 con la independencia de Haití, prosiguieron con los levantamientos libertarios de 1810, concluyendo en 1824 con las batallas de Junín y Ayacucho. Nacía Nuestramérica como la denominó decolonialmente José Martí, porque América Latina es un epónimo colonial que nos recuerda las incursiones colonizadoras de italianos y franceses; durante el siglo XIX, los nuevos Estados Nacionales "independientes" edificaron las repúblicas presidenciales, bajo los supuestos teóricos del constitucionalismo, la democracia y los derechos ciudadanos modelados por Europa, hasta que a mediados de siglo XX (1950) Aimé Cesare y Franzt Fanón, develaron las ideas originarias de lo que hoy conocemos como Colonialidad del Poder, Colonialidad del Saber y Colonialidad del Ser, como patrones ideológicos que mediante la alienación ideológica como cara oculta de la modernidad Walter Mignolo (2005), han prolongado la colonización y modernidad capitalista como modelo económico hegemonizante y la democracia representativa de EE.UU, como guardián universal de países, con frecuencia violador del Derecho Internacional y las Soberanías Nacionales Populares de Nuestramérica, África y Asia.
Mediante la ideología del Destino Manifiesto y la Doctrina Monroe (1823) El impacto expansionista territorial se inició a través de la compra de la Luisiana a Francia (1803), la Florida a España (1819) y Alaska a Rusia (1867). La toma de territorios indígenas hacia el Oeste, a través de verdaderos genocidios; la anexión de Texas (1845) de México, respaldada con el Tratado de Guadalupe Hidalgo tras la guerra con este país (1846-1848), que le permitió hacerse con los territorios de California, Nevada, Utah, Nuevo México, la mayor parte de Arizona, Colorado y partes de las actuales Oklahoma, Kansas y Wyoming, a lo cual se unió la compra de Gadsden (La Mesilla, 1853), es decir logrando anexionarse un 55% del territorio mexicano. La incursión hacia el noroeste también logró el Tratado de Oregón (1846) con Gran Bretaña fijándose la frontera con Canadá en el paralelo 49. Este inédito expansionismo incluyó la guerra con España (1898), que garantizó a los Estados Unidos el control de Puerto Rico y la intervención directa en Cuba, donde impuso la Enmienda Platt (1900), Paz y Cepeda (2025)
El expansionismo del siglo XIX convirtió a los Estados Unidos en indiscutible potencia, con los beneficios que a continuación se señalan: acceso a tierras fértiles para la agricultura, recursos energéticos, espacios para el crecimiento demográfico, el desarrollo de su mercado interno, rutas comerciales, posibilidades inigualables para el fortalecimiento de una pujante economía capitalista. No faltaron amenazas e intervenciones sobre Nuestramérica, aunque este rasgo se volvió una política internacional permanente durante el siglo XX, al desplegarse la expansión imperialista, que apeló a la necesidad de proteger la seguridad nacional, garantizar a los inversionistas estadounidenses, contar con gobiernos aliados o subordinados a sus intereses y evitar la incursión competitiva de otras potencias en el continente, Paz y Cepeda (2025)
La guerra Hispano-Estadounidense siguieron numerosas intervenciones directas o indirectas, justificadas por el "Corolario Roosevelt" (1904), hubo incursiones en Haití (1915-1934); en República Dominicana (1916-1924, 1961); varias en Nicaragua, Honduras y El Salvador entre 1900 y 1933, para defender empresas como la United Fruit Company.
Con el fin de librar la lucha contra el "comunismo" los Estados Unidos lograron el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR, 1947), que sirvió para convertir a las fuerzas armadas de toda la región en ejércitos de la Guerra Fría, con graves repercusiones en buena parte de los países latinoamericanos durante las décadas de 1960 y 1970, cuando se implantaron regímenes civiles y dictaduras militares terroristas, que violaron sistemáticamente los derechos humanos. Hay que sumar las acciones encubiertas de la CIA para desestabilizar y hasta derrocar gobiernos, las sanciones de todo tipo contra diversos países y el infame e ilegítimo bloqueo a Cuba, que ha merecido el rechazo de las Naciones Unidas durante 32 años consecutivos, Paz y Cepeda (2025)
Las situaciones que han contribuido a la crisis y pérdida de legitimidad de la ONU se pueden enumerar: a) La Guerra de Irak (2003): pese a la oposición internacional y la negativa del Consejo de Seguridad para autorizar una invasión, EE.UU. lideró una coalición unilateral argumentando la amenaza de armas de destrucción masiva que nunca se encontraron; b) El apoyo incondicional a Israel y el Sionismo, la utilización sistemática del veto por parte de EE.UU. para bloquear resoluciones condenando la ocupación de territorios palestinos, el actual fracaso de la ONU, que no pudo evitar el genocidio y la destrucción de Gaza y Palestina en desarrollo actualmente, con un alto al fuego simbólico acordado entre Israel y Hamás, cuyo propósito fundamental es el intercambio de 100 rehenes israelitas retenidos por Hamás y unos 1000 prisioneros torturados palestinos en Israel La percepción de que la ONU sirve más a los intereses de las potencias occidentales, y en particular a los de Washington, ha debilitado su imagen como organismo neutral, debido: a) Conflictos no resueltos como la guerra civil inducida desde el exterior en Siria, cuyos últimos acontecimientos, presagian el mismo destino que Iraq y Libia, ser territorios convertidos en ex Estados Naciones, la Guerra OTAN-Ucrania-Rusia o el conflicto en Yemen han puesto de manifiesto las limitaciones de la ONU para actuar en contextos donde las grandes potencias tienen intereses contrapuestos; b) Instrumentalización política mediante la dependencia financiera de la ONU respecto a EE.UU y otros países desarrollados influye en la agenda de la ONU, generando una sensación real de sesgo y parcialidad) Falta de inclusión de otros países en la toma de decisiones cuyas críticas se dirigen al Consejo de Seguridad como órgano no representativo del equilibrio de poder actual subrayan la necesidad de reformas estructurales del mismo.
El ascenso de un mundo multipolar está siendo desafiado por el ascenso de potencias emergentes como China, Rusia e India, así como por bloques regionales como los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica plus), generando una Reconfiguración del poder global para crear alternativas al sistema financiero dominado por Occidente, como el Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS, buscan reducir la dependencia de las instituciones lideradas por EE.UU. Mayor demanda de representación de países de Nuestramérica, África y Asia abogan por una participación más equitativa en la ONU y otros organismos supranacionales e internacionales.
La tensión entre la hegemonía de EE.UU. y las demandas de un sistema multipolar más inclusivo está redefiniendo el panorama internacional. Mientras Washington busca preservar su dominio mediante alianzas como la OTAN y acuerdos bilaterales, otras naciones proponen reformas que desafían el statu quo. Las voces críticas sobre el declive y deslegitimación progresiva de la ONU proponen: a) Ampliación del Consejo de Seguridad, para que incorpore nuevos miembros permanentes como India, Brasil o Sudáfrica; b) Reducción del uso del veto, fomentando un mayor consenso y limitar el abuso del veto en situaciones de crisis humanitaria; c) Fortalecimiento de la multipolaridad regional, invitando y promoviendo el papel de organizaciones regionales en la resolución de conflictos.
Reflexiones finales: La ONU, concebida como un pilar de la paz y la cooperación global, enfrenta una bifurcación crítica, o se repiensa y reformula, siendo más democrática y resolutiva, o desaparecerá. Su futuro dependerá de su capacidad para adaptarse a un mundo más multipolar, recuperar la confianza de la comunidad internacional como un organismo imparcial y efectivo. Esto implica no solo reformas internas, sino también un compromiso genuino de las grandes potencias para priorizar el bien común sobre sus intereses nacionales. La competencia entre la hegemonía de EE.UU, y aliados como la Unión Europea y las aspiraciones de instituciones multipolares innovadoras y no dispuestas a someterse al Hegemonía Imperial, representa una oportunidad para construir un sistema internacional más justo, equilibrado e igualitario, el camino hacia este propósito es geopolíticamente complejo y requerirá voluntad política, transparencia y la participación activa de todas las naciones, por encima de las rivalidades y régimen es políticos diversos, que es la característica primordial de nuestras realidades nacionales y geopolíticas.-
Se requiere pensar en la vida y la salud de nuestros pueblo, que son los que más sufren las consecuencias más graves, en su vida, salud en general y en particular en su salud mental, como pérdida de bien-estar colectivo, la convivencia comunitaria armónica y saludable y garantía de los derechos humanos y derechos constitucionales, logrados a lo largo de luchas sociales y reivindicativas logradas luego de decenas de años de luchas. La semana que viene proseguiremos, reflexionando sobre la Ayuda e Intervenciones Humanitarias y su tergiversación como estrategia ideológica y política en lugar del humanitarismo ingenuo de los Acuerdos y Pactos de la ONU como organismo supranacional.