El presidente gringo Barack Obama acaba de extender su decreto contra nuestro país de hace un año, como podemos recordar, por representar una amenaza para la seguridad nacional y la política exterior de EEUU; ahora argumentando que en Venezuela "la situación no ha mejorado y el gobierno continúa erosionando las garantías de los derechos humanos, se sigue persiguiendo a los opositores políticos, hay restricción a la libertad de prensa, además de violencia y abusos de los derechos humanos". Recordemos también como el gobierno del presidente Nicolás Maduro recibió el apoyo de más 10 millones de firmas rechazando dicho decreto; así como 160 países pertenecientes a la CELAC, UNASUR, ALBA-TCP, Movimiento de Países No Alineados y el Grupo 77 más China, solicitando al presidente Obama derogarlo. Viéndose este obligado a admitir en ese entonces: "No creemos que Venezuela sea una amenaza para Estados Unidos y Estados Unidos no es una amenaza para el Gobierno de Venezuela. Estas sanciones no quieren socavar al gobierno venezolano ni promover la inestabilidad en Venezuela".
Ahora, meses después, vuelve a entrometerse en nuestros asuntos internos, enviando un claro mensaje a sus pérfidas marionetas dentro y fuera de Venezuela para crear las condiciones necesarias que justifiquen una intervención militar a la brevedad posible. Por eso la Asamblea Nacional burguesa decidió esta semana solicitar a la OEA, por mampuestas personas, activar la Carta Democrática. Ahí está el secretario Luis Almagro, cual pelele, quien pronto recibirá dicha solicitud y no dudamos que lo planteará en el seno de este desprestigiado organismo; a lo cual ya se sumó el senado brasileño, presionando a su gobierno para hacerlo también, al igual que Macri en Argentina, expresidentes latinoamericanos tarifados y medios internacionales.
Pero veamos algunos artículos de esta Carta coincidentes con el discurso de Obama: "El ejercicio efectivo de la democracia representativa es la base del estado de derecho y los regímenes constitucionales de los Estados miembros de la OEA. Son elementos esenciales de la democracia representativa, entre otros, el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales; el acceso al poder y su ejercicio con sujeción al estado de derecho. Cuando en un Estado miembro se produzcan situaciones que pudieran afectar el desarrollo del proceso político institucional democrático o el legítimo ejercicio del poder, el Consejo Permanente podrá adoptar decisiones dirigidas a la preservación de la institucionalidad democrática y su fortalecimiento. Cuando la Asamblea General constate que se ha producido la ruptura del orden democrático en un Estado miembro y que las gestiones diplomáticas han sido infructuosas, conforme a la Carta de la OEA, tomará la decisión de suspender a dicho Estado miembro del ejercicio de su derecho de participación en la OEA con el voto afirmativo de los dos tercios de los Estados miembros."
A todo ello se agrega el reciente editorial de The New York Times, otra marioneta del imperio, titulado "El impulso -o empuje- para expulsar a Maduro", donde uno de sus párrafos señala: No hay una manera legal fácil de acortar el mandato del Sr. Maduro que finaliza en 2019. Todas las alternativas que los líderes de la oposición están contemplando están cargadas de riesgos y obstáculos".
De tal manera que la espada de Damocles pende sobre nuestras cabezas, con el Comando Sur de los EEUU cual águila de rapiña, esperando órdenes de Obama para intervenir nuestro país cuando las condiciones estén dadas y cuente con el visto bueno del tinglado internacional de marionetas, aullando en barullo como pestilentes hienas hambrientas: "asesinen a Maduro como hicieron con Hussein y Kadafi".
