La burrocracia...

No sé si me equivoque pero ante la duda prefiero decirlo a quedarme callado y correr el riesgo que el mal de la ineficiencia viva sin un nombre adecuado. Y este es sinónimo de la burocracia mala, de la bien mala.

Lo cuento como una fabula pero en verdad no lo es. Es la realidad que se siente en el entorno de la gran estructura de gobierno en sus diferentes niveles y lo cuento porque lo experimente en carne propia y lo cuento no porque el afectado hubiera sido yo que tengo el cuero duro sino que el impacto de la acción lo recibirían unos jóvenes estudiantes de una casa de estudios que hace unos pocos años era la casa de una cierta elite y que hoy se ha abierto al pueblo venezolano.

La necesidad es la normal de instituciones nuevas en el ambiente, cualquiera sea. Sus necesidades afloran y el apoyo de otras es imprescindible para su desenvolvimiento pero en esta vez el jarrón se hizo añicos. Se partió en mil pedazos y, aparentemente, no produjo ruidos y por ello lo describo.

Ante el problema a resolver se acude a una universidad, a su director, es nueva, de las que impactaron en el país con la aparición gracias al gobierno revolucionario y al trabajo de muchos hombres y mujeres y la aceptación del venezolano que no tenia opción de estudios ante la oferta del mundo capitalista y está en forma tajante niega lo solicitado que es tan de ella como de los que estamos fuera de ella porque esos bienes provienen del dinero que es de todos los ciudadanos de este país.

La segunda y la tercera respuesta fueron lacónicas pero cumpliendo el rol que les corresponde al tener que responder una solicitud que aunque lo hicieron sin enseñar la cara porque una comunicación escrita tuvieron ellos la oportunidad de leer y esta también fue negativa sin la explicación lógica mas que aquella que se refería a la crisis que produjo la rebaja del presupuesto.

Una cuarta solicitud y son numerosas por la experiencia de buscar en varias direcciones para ver cual responde, ni siquiera fue posible oírla, leerla o captar una señal de humo porque sencillamente se oculto.

Un quinto frente abierto en búsqueda del recurso que por cierto era para asistir a un evento que es día de Fiesta Nacional fue para ese momento lo que deberían haber sido los otros. Giro instrucciones para que un bus de esa casa de estudios superiores nos apoyara y asistiéramos al referido acto. Pero, sorpresa, cuando, como cosa lógica y elementar, decidimos comprobar la cita nos dan un mensaje mediante el cual nos informan que la caja de velocidades del bus iba a ser bajada para repararla. Eran las 4 pm del día y a las 7 am del siguiente día deberíamos estar en camino hacia el glorioso Cerro El Gallo, lugar donde se dio la batalla de San Félix.

Se tocan otras instituciones del estado, del gobierno y una de ellas nos pide mil bolívares por el viaje del viernes y mil por el viaje del día del acto.

No cundió el pánico porque lo único que podría pasar es que los jóvenes estudiantes no asistieran al evento y a esa hora tocamos la puerta del ente que nos quedaba y que dos semanas antes le habíamos hecho llegar el oficio solicitando el apoyo y al gerente de esa dependencia lo encontramos en el patio central de la misma con todo su tren directivo y después de escucharnos autorizo el apoyo y hoy y mañana los muchachos de la revolución del mañana estarán haciendo patria portando su uniforme, con el pecho henchido y la frente alta recordándole a Manuel Piar que su gesta sigue viva.

También, esos muchachos que serán los gerentes del país conocerán esta historia para que no se conviertan en el futuro en el ejemplo de lo que no se debe ser.

ajvmederico@hotmail.com
SAN FELIX, 18-4-2009



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Antonio Valdez Mederico


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