Propuesta legislativa para el desarrollo forestal venezolano

La economía de nuestra patria socialista debe sustentarse sobre cinco cimientos: La Agricultura (vegetal y animal. Orgánica); La Pesquería (que incluye la acuicultura); El Turismo; La Forestería (de plantaciones y de bosques naturales); y la Minería (que incluye el petróleo) ¡Ojalá pudiésemos prescindir de la minería, pero ella es ineludible! Este ha sido mi discurso en los últimos años.

Nuestro país es eminentemente forestal. Posee inmensas potencialidades en esta materia: Más de 45 millones de hectáreas de bosques naturales; cerca de 15 millones de hectáreas de tierras con vocación forestal; poco más de 400 mil hectáreas de plantaciones forestales; una ubicación geográfica envidiable; un bagaje de conocimiento popular, técnico y científico sobre las ciencias forestales; un pueblo decidido, presto al trabajo, dispuesto a aprender y producir, comprometido con la profundización del socialismo; un Gobierno nacional comprometido con su pueblo y con la meta de convertirnos en país potencia; y una dirección revolucionaria clara y comprometida con los ideales de definitiva independencia y soberanía.

Podemos y debemos convertirnos en país potencia forestal mundial. La única manera de ser "Potencia Forestal", es que lo sea tanto en lo productivo (bienes) como en lo conservacionista (servicios ambientales). La conjunción de estas dos facetas, son posibles gracias a la "ciencia, técnica y arte silvicultural".

Con esto generaríamos muchos bienes y servicios, generaríamos cientos de miles de puestos de trabajo en el corto plazo y más de un millón en el mediano plazo (8-10 años), mejoraremos la calidad ambiental y la provisión de alimentos (Sí. Con una actividad forestal sólida, sostenible y múltiple, mejoramos también la producción de alimentos).

Un sector económico forestal pujante significaría un PIB de más de 20.000 millones de USD anuales; puede producir más de 5.000 mil USD al año por concepto de impuestos; más de 10.000 frentes productivos activos (empresas comunales, EPS, empresas familiares, grandes, medianas y pequeñas empresas, públicas y privadas). Nos constituiríamos en grandes productores, consumidores y exportadores de productos forestales (madera, fibras, semillas, tintes, resinas, muebles, etc.). Demás está explicar la importancia fundamental de la industria maderera para el sector construcción y la industria del mueble.

También significa el desarrollo forestal moderno, la recuperación de muchas tierras agrícolas ahora agotadas, y el incremento sustantivo de la producción agropecuaria.

Al decir "potencia forestal" no solo me refiero a su aspecto productivo de bienes materiales (objetos, madera, productos alimenticios, divisas, puestos de trabajo), sino también a la recuperación de antiguos bosques devastados, al freno hasta reversión del proceso de desertificación, a la amortiguación o freno al cambio climático, a la recuperación de nuestras fuentes y calidad de las aguas, y a la recuperación de nuestro patrimonio genético (de plantas, animales e insectos) Implica también la captura de ingentes cantidades de carbono (evitar que se acumulen en la atmósfera).

Para lograr nuestro desarrollo forestal necesitamos trabajar consistentemente y necesitamos además varios instrumentos políticos y legales que sustenten nuestra pretensión de desarrollo.

Necesitamos en primer lugar una definición sobre "Política de Desarrollo Forestal", clara y coherente, basada en nuestra realidad y potencialidades. Un cuerpo o declaración política que sirva de guía para nuestro desarrollo en esta materia. Esta "Declaración sobre Política Forestal para el desarrollo" debe contener la mención y descripción de objetivos y metas, y debe esbozar la línea o líneas de acción para alcanzar tales metas.

Necesitamos también consolidar un cuerpo legal en materia forestal. Al momento, contamos nada más con una "Ley de Bosques", pero esta NO es una "ley para el desarrollo forestal". Una "ley para el desarrollo" debe apuntalar las acciones de Gobierno y sociedad que permitan la inversión, la organización productiva, el establecimiento de industrias, el fomento de plantaciones, el aprovechamiento sostenible de bienes y servicios forestales.

Más que "una" ley, necesitamos generar un cuerpo legal en materia forestal:

Ley general para el desarrollo forestal. Ley de promoción de la organización social forestal. Ley para el aprovechamiento sostenible de nuestros recursos naturales. Ley de financiación de la actividad forestal. Ley para fomentar el uso de tierras forestales y de establecimiento de plantaciones forestales. Ley para la ordenación espacial – territorial especial en materia forestal (basada principalmente en los conceptos de Distritos Motores de Desarrollo y Zonas Económicas Especiales), entre otros instrumentos legales.

Toca a nuestra nueva flamante Asamblea Nacional, actuar a este respecto.



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Inocencio Soto C.

Ingeniero Forestal

 ingenieroisoto@gmail.com

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