Pobre Yon

Es trágica su situación. Luchaba por la libertad, una de esas cosas de la vida cuyo valor es incalculable. Sin embargo, la ingratitud de la vida lo ha convertido en un instrumento de aquellos que creen inclusive cuanto cuesta. El Instituto Cato ha anunciado que Goicochea es el flamante acreedor del “Premio Milton Friedman por el Avance de la Libertad”. Y, de ¡500 mil dólares!

El premio fue implementado el año 2002 y desde entonces es otorgado cada dos años. Yon es apenas la cuarta persona que lo recibe. Podemos afirmar con seguridad que en los últimos seis años la libertad en el mundo ha “avanzado” alrededor de dos millones de dólares. Sintámonos orgullosos, a Yon le debemos el 25%...

Los aduladores no se han hecho esperar. Entre ellos se destaca el “intelectual” Mario Vargas Llosa. Este considera a Yon, “un símbolo de la reacción democrática donde la libertad es amenazada”. Y la verdad es que hay que ser bien “intelectual” para entender como un país en donde la libertad está supuestamente desapareciendo puede al mismo tiempo producir, como dice Mario, “una reacción saludable e idealista en la juventud”.

¿Cuál entonces será la reacción de la juventud en países donde reina la libertad?

Mary Anastasia O’Grady, la Marta Colomina de The Wall Street Journal, es otra admiradora de Yon. Hace unas semanas Mary le dedicó su columna The Americas y lo alabó calificándolo de lo que pudiera considerarse el sueño dorado de muchos disociados: convertirse en “la peor pesadilla de Hugo Chávez”.

Coincidencialmente, ella es uno de los miembros del comité que seleccionó a Yon como ganador.

El acto “público” en donde Yon literalmente le entregará su alma al diablo se llevará a efecto el día jueves 15 de mayo, en el fastuoso hotel Waldorf-Astoria de la ciudad de Nueva York. El derecho a ser testigo presencial del patético sacrificio humano cuesta la módica suma de 500 dólares por persona. En vista de que la gente que usualmente asiste a estos actos no tiene dinero con que comer, el gobierno americano les permitirá reducir de sus impuestos federales la cantidad de 200 dólares.

Los organizadores del evento exigen a los afortunados (literalmente hablando) asistentes, que se presenten con el correspondiente disfraz de pingüino. Les puedo asegurar que de todos los que harán acto de presencia, hay uno que se sentirá como cucaracha en baile de gallina. Yon será el único que entrará al evento gratis y con un traje de levita alquilado.

Dijo una vez el cantor argentino Facundo Cabral: “El que acepta un halago, comienza a ser dominado. El hombre le hace caricias al caballo,... pa’montarlo”.

Feico57@att.net


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Elio Cequea


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