En 2006, Leopoldo López propuso construir 11 mil 550 viviendas en La Carlota

Cuenta Ignacio Ramonet, en su libro Tiranía de la comunicación, cómo la televisión construye eso que se conoce como “actualidad”, sin que necesariamente se corresponda con lo que es importante para la humanidad, un país o una comunidad. 

Refiere cómo esta construcción puede desdeñar, al mismo tiempo, asuntos de especial trascendencia y cita cómo durante una rueda de prensa de Bill Clinton y Yaseer Arafat, la televisión sólo difundió las preguntas dirigidas al presidente de EEUU sobre su jujú con Mónica Lewinsky. 

Un asunto que a lo sumo podía interesar a la señora Hillary, hoy flamante precandidata presidencial de la mano de su esposito, fue jerarquizado por la industria de la comunicación social como algo más importante que el inusual encuentro entre líderes mundiales que podía conducir a aliviar tensiones en un conflicto internacional por el que han muerto y sufrido generaciones enteras. 

“La imagen de Arafat asistiendo, impasible, a la travesía de Clinton sobre el fuego de sus entrevistadores, constituye una de las pruebas más delirantes de la actual deriva de los media”, comenta Ramonet. 

Parte del mismo fenómeno es el manejo de la noticia como un espectáculo, propio de nuestros tiempos globalizados, y que ha derivado, según Ramonet, en una nueva y falaz ecuación informacional: “Si la emoción que usted siente viendo el telediario es verdadera, la información es verdadera”. 

La magia televisiva puede hacer que alguien se conmueva hasta las lágrimas o se indigne hasta la rabia frente a algo, al tiempo que torna indiferente y obtiene el consentimiento tácito de esa misma persona ante un acontecimiento atroz. 

Ejemplos abundan. El “huésped alienante” –¿alguien recuerda quién acuñó ese nombre para la TV?- tiene el poder de atemorizar hasta la histeria a un padre por el contenido supuestamente militarista de un currículum escolar y al mismo tiempo insensibilizar a ese mismo padre para que acepte como normal y hasta divertida la exposición de sus hijos ante películas, caricaturas y juegos de video cargados de aberrante violencia, donde se premia la acumulación de golpes y asesinatos cada vez más “reales”, y se les entrena en el uso letal de armas de fuego. 

Una batalla ciudadana 

El título que encabeza esta columna, sobre una propuesta formulada en 2006 por el alcalde de Chacao, Leopoldo López, para la construcción de 11 mil 500 viviendas en el aeropuerto de La Carlota, tiene mucho que ver con el fenómeno. 

En las últimas semanas se armó todo un zafarrancho mediático porque el gobierno de Hugo Chávez comenzó los trabajos para la construcción de un Parque Tecnológico en esos terrenos, que incluiría un anexo de 620 apartamentos. 

Miles de personas, quizás millones, entre ellos quien esto escribe, entraron en una especie de estado de alarma ambiental ante el impacto urbanístico que estas nuevas viviendas tendrían sobre Caracas, una ciudad atestada de gente y carros, y necesitada de parques, plazas y demás lugares públicos para el sano esparcimiento, distintos a los cada vez más numerosos centros comerciales. 

Recuerdo haber escuchado por radio la voz afectada del normalmente aplomado Pedro Penzini Fleury, quien al margen de las diferencias y consideraciones políticas ofreció razonables argumentos para oponerse a la construcción de esos 620 apartamentos. 

Fue la suya apenas una pieza en medio del zafarrancho que desató la iniciativa del Ejecutivo Nacional. Periódicos, televisoras y radios se volcaron sobre el tema para machacar el peligro que se cernía sobre toda la ciudad, al que dedicaron horas de programación y kilómetros de editoriales, reportajes y artículos de opinión. 

El que la denuncia proviniera de un candidato a alcalde, en plena campaña electoral, no fue obstáculo para que la prensa lo tomara como fuente confiable y de buena fe para su incesante cobertura sobre este “escándalo”. 

Una fotografía de un movimiento de tierra en La Carlota se convirtió en la prueba madre de una especie de ecocidio gubernamental. 

La opinión contraria de respetables arquitectos, incluso afines a Chávez, coronó la avalancha que terminó por forzar a que el Gobierno resolviera paralizar la obra y estableciera un diálogo con los vecinos. 

En fin, toda una batalla ciudadana… 

Indiferencia total 

Esta preocupación ambientalista de vecinos y medios contrasta con la absoluta indiferencia de los primeros y la acrítica aceptación de los segundos ante la propuesta, 2000 veces más ambiciosa, que hace apenas dos años formuló el alcalde Leopoldo López, actual precandidato  a la Alcaldía Metropolitana, para meter a vivir 46 mil personas en los terrenos de La Carlota. 

“Es mentira que dentro del Área Metropolitana sea imposible seguir construyendo desarrollos habitacionales. Estos proyectos que hemos traído hoy son la prueba. Sólo se necesita voluntad política para llevarlos a cabo”, declaró López luego de consignar su propuesta ante las autoridades del Ministerio de Hábitat y Vivienda, según reseña de Notitarde del 2 de septiembre de 2006. 

Además de los 11 mil 500 apartamentos, el proyecto de López incluía un estadio olímpico y uno de béisbol, conexión con el Parque del Este a través de caminerías, 15 mil puestos de estacionamiento y un complejo de piscinas públicas. 

La propuesta también contemplaba la construcción de otras 10 mil 500 viviendas en los terrenos del Fuerte Tiuna. 

Los detalles aún están disponibles en la página oficial de la Alcaldía de Chacao: http://www.chacao.gov.ve/noticiasdetail.asp?Id=1647, donde pueden verse las maquetas digitales de cómo quedaría urbanizado el aeródromo capitalino. “Una obra que proporcionará más de 20 mil fuentes de empleo directo”, prometía. 

Claro, eran tiempos en que el foco de los medios estaba puesto en la (luego revertida) expropiación de los campos de golf del Country Club por parte de la Alcaldía Mayor. 

La propuesta de López era la reacción de la clase social afectada por esa medida y se supone que pretendía mostrar cómo el Estado dispone de otros espacios también apetecibles para las empresas constructoras. 

La dinámica esquizofrénica de la comunicación permite que los mismos medios, políticos y vecinos que se alzaron contra los 620 apartamentos de La Carlota estén apoyando con entusiasmo a un candidato que propone construir 11 mil 500 viviendas en el mismo sitio. Así, como si nada. 


columnacontralacorriente@yahoo.es



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Ernesto Villegas Poljak

Periodista. Ministro del Poder Popular para la Comunicación e Información.

 @VillegasPoljakE

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