El cura Palmar ¿Salvando el pellejo?

Vi al padre José Palmar; lo vi en la “vivita y coleando” RCTV. Lo vi salvando el pellejo en el programa de Miguel Ángel Rodríguez; vi a un hombre falso; a un cura traidor a sus principios revolucionarios, a sus principios religiosos y a sus principios de hombre. Lo vi mentir; vi su cara de falso; lo vi con un semblante de actor de pacotilla como haciendo un “casting” para la nueva telenovela de ese canal.

Comparto, plenamente, con el cura una de sus apreciaciones: la corrupción; corrupción que se sembró en las filas ministeriales del proceso revolucionario bolivariano. De eso, no tengo la menor duda y de hecho, en varios de nuestros artículos hemos venido sosteniéndolo como uno de los grandes males que tiene el proceso no obstante sus grandes aciertos.

Pero lo que no comparto del cura José Palmar, es que los corruptos estén sólo ahora en el gobierno central y no en algunos gobiernos regionales como el caso del Zulia.

Quienes habitamos en la región zuliana, tenemos aún el recuerdo vivo de un programa de radio llamado “la Red del Pueblo” que junto al diputado suplente a la Asamblea Nacional, Economista, Omar Prieto, llevaba el otrora “combativo cura José Palmar”. Ese programa, de alta sintonía en la región, era el bastión de defensa del comandante Hugo Chávez y del proceso revolucionario en el Zulia, de cuyo seno, el cura José Palmar, denunciaba al filósofo del Zulia como corrupto; de enriquecimiento ilícito. Este curita de entonces, tuvo que enfrentar a la derecha de su parroquia en el Barrio Sierra Maestra ¿qué curioso no? Sierra Maestra; su postura revolucionaria le valió el odio de algunos y la admiración de muchos en verlo como él; pueblo en ristre, se presentaba a las puertas de la gobernación zuliana; desafiando a la policía de Rosales que lo llegó incluso a agredir físicamente, denunciando las tropelías de la policía regional a la cual señalaba de secuestros y de desaparecidos en la región.

Todos recordamos como el curita llamaba “bandido” a Manuel Rosales, lo cual le valió un pase de factura por la derecha que ahora abraza. El pueblo zuliano protestó ese pase de factura; el pueblo protestó la censura; la mordaza; la ley mordaza de la iglesia católica establecida por la curía regional a través de su máximo vocero, el hoy presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, el obispo de Maracaibo Ubaldo Santa Ana, al curita que llamaba “bandido” a Manuel Rosales.

En abril de 2002 cuando el fascismo tomó figura; mostró rostro en Venezuela; o al menos lo conocimos los de mí generación que sólo sabíamos de su existencia a través de relatos transmitidos de padres a hijos quienes le asociaban con dictaduras venezolanas pasadas, incluyendo la de Pérez Jiménez, muchos seguidores del proceso se acobardaron.

La derecha, nunca ha dejado de amenazar a los que de una manera u otra han sacado la cara por el proceso, en pasarnos factura una vez el tirano Chávez sea depuesto del poder; y sabemos, que ese pase de factura se traduce en persecuciones, desapariciones y asesinatos.

El cura Palmar y es nuestra opinión, lo que trata de hacer es poner su pellejo a salvo; sin tomar en cuenta que el odio no olvida; que el fascismo es clasista y corporativo y que dentro de esa corporación que se llama Episcopado Venezolano y en donde el Opus Dei representa un ala de ese corporativismo, no acepta en su seno a curas negros, curas goajiros, curas traidores; traidores los intereses que el fascismo defiende y que por muchos actos de constricción que se quieran hacer para obtener el perdón divino, lo traidores como Palmar, indistintamente a quien hayan traicionado y en especial, sí los traicionados fueron los fascistas, no tienen cabida en sus cofradías y que por mucho que quiera este cura ser tomado en cuenta por esa casta y ser borrado de la lista de cabezas que rodarían en una eventual caída del régimen, no lo conseguirá por mucho perdón que solicite, como creo la ha hecho en privado y arrodillado ante su obispo, este “pobre cura pata en el suelo”.

El momento en que las ratas abandonan el barco ha llegado; sólo, que este barco, llamado revolución bolivariana, aún navega a puerto seguro.

¡El que tenga oídos, que oiga!


(*)Médico

elieceralvarado@cantv.net


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Eliécer Alvarado(*)

Médico y revolucionario.

 elieceralvarado@hotmail.com

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