Charito y la conciencia de la oposición

Clodovaldo Hernández los llama los “triple ases”. O, la AAA, Asociación de Articulistas Antichavistas. Sus miembros abundan. Diariamente nos entretienen a través de los diferentes medios de comunicación con las absolutamente necesarias raciones de antichavismo. Nadie pone en duda la decisiva importancia de este diario acontecer para la supervivencia de la “crisis”.

No todo lo que dicen los miembros de la AAA es falso. Y, definitivamente, no todo lo que dicen es totalmente cierto. Lo importante para ellos es mantener vivo de alguna manera esa incontrolable aversión que sienten hacia Hugo Chávez Frías.

Charito Rojas es miembro de la AAA. Su categoría como asociada debería elevarse a “miembro honorario”. Ella es de esas pocas que de vez en cuando nos habla cándidamente y con sinceridad, conciente o inconscientemente, comparte con los lectores los códigos que rigen su conciencia.

En su última entrega, Charito tiene la gentileza de recordarnos que en el fondo del conflicto político venezolano yace la podredumbre de la discriminación racial y socio-económica. Esto lo hace explícitamente en su artículo “Montados en la olla”.

El escrito empieza con las sabias palabras de Simón Bolívar haciendo referencia, según la articulista, al gobierno bolivariano y a la oposición: “El modo de gobernar bien es el emplear hombres honrados, aunque sean enemigos”.

Esto me parece bien. Con esto hay que estar de acuerdo. No porque lo diga Bolívar sino porque hombres honrados son imprescindibles aunque sean enemigos. Pero, he aquí precisamente el problema de Charito. Después de las palabras de El Libertador, ella comparte con nosotros lo más obtuso del pensamiento opositor:

“No es casualidad que los sectores más preparados académicamente, los de mejor nivel socioeconómico, los que han tenido la oportunidad de echar un vistazo sobre el "deber ser" de un país democrático, rechacen este intento de revolución que se llama a sí misma socialista y que no es más que, como diría Aquiles Nazoa, un injerto de aguacate con chancleta.”

Esta mezcla de “aguacate con chancleta” es la parte “positiva” del párrafo. Lo que sigue a estas palabras es chicha con limonada en relación a los de “peor” nivel socioeconómico:

“Chávez lo sabe y por eso se dirige a los rezagados, a los que quieren tener, a quienes creen que él es un Mesías que los sacará de la pobreza. No hay nada más candoroso que la ignorancia. A los ignorantes se les puede mentir, a los pobres se los puede ilusionar, a los miserables se les puede ofrecer.”

¿A los rezagados? ¿A los que quieren tener? ¿A los ignorantes? ¿A los pobres? ¿A los miserables?

Saquen sus propias conclusiones. Yo me limitaré a señalar respetuosamente que, contrario a lo que explícitamente nos señala Charito, el ser “honrado”, como todas las virtudes humanas, es independiente de la preparación académica y está muy lejos de ser algo exclusivo de los altos niveles socioeconómicos.

Charito no pudo dejar pasar la oportunidad sin echarle un piropo a quien le ha dado sentido a su existencia. Para ella Hugo Chávez Frías no es más que, “un loco de carretera bien peligroso”. Este “argumento” lo soporta con las estadísticas que maneja la Asociación de Articulistas Antichavistas: “En Venezuela hay 66 homicidios diarios, mas de 7.000 este año”.

“Montados en la olla” se publicó el miércoles 25 de julio, el día #206 de este año. Sesenta y seis homicidios diarios multiplicado por 206 da la cantidad de 13.596 lo cual, como indica Charito, ciertamente es “mas de 7.000 este año”.

No es nada personal en contra de la articulista. Pero, la verdad es que el amor es ciego y el odio ciego y bruto. Al igual que el Ratón Pérez, Charito y la oposición cayeron en su propia olla.


elio@vheadline.com

Montados en la olla: http://www.notitarde.com/opinion/charito_rojas/index.html


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Elio Cequea


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