Cuando CNN difundió la noticia del "fin inminente" del llamado "interinato" de "Juancito el Guai" para enero de 2023 (21 de octubre 2022), sentí cómo una brisa lavanda se iba llevando las vaporosas exudaciones de uno de los más estúpidos errores cometidos en la política venezolana, y su relación con la presidencia del sebáceo Donaldito; aromando así, posibilidades electorales y desmontaje de terribles destinos manifiestos. Sin embargo, esta purificación del fuero pulmonar, fue rociada con resilientes despojos de confusos ímpetus eternizadores.

"Nuestro mandato es muy claro"

La claridad aludida, pobre y desvalida, más sin embargo, blandida como bandera de lo bueno, de lo correcto, acaba por ser víctima de la sombría, lúgubre, confusa y contradictoria afirmación realizada por "el Guai": "nuestro mandato es muy claro, hasta que se realicen elecciones justas" en Venezuela. De tal manera, que si no hay (según él) elecciones "justas", entonces, continuará su mandato "in saecula saeculorum", "ad infinitum". Esto significa, ni más ni menos, y a despecho de la avergonzada claridad, que pretende convertirse en uno de los principales beneficiarios de los injustos procesos electorales del país. A confesión de parte, relevo de pruebas.

¿Buen vástago de Donaldito?

¡Claro! Para "el Guai" las elecciones nunca serán "justas". En primer lugar, tendría que definir qué considera elecciones "justas". En todo caso, justas con respecto a qué parámetro o valor. En segundo lugar, es muy improbable que en la situación actual, se realicen unas elecciones cuyas condiciones satisfagan plenamente a la oposición del actual gobierno (me refiero al gobierno de verdad. A este retorcido gobierno de Maduro en su acepción más tenebrosa. No así a la belleza de lo crespo, ensortijado, entrelazado, curvado o garabateado como cierta caligrafía de la forma). También, quisiera que se sincerara con el país: ¿Vas a reconocer el liderazgo de Manuel Rosales en el llamado G4 y el capital electoral de Acción Democrática (en este caso, también me refiero a la de verdad, a la única que existe y existirá en el tarjetón electoral, la que tiene como candidato a Bernabé Gutiérrez) y en general a la Alianza Democrática, así como al resto de la oposición democrática del país? Y de hacerse elecciones sin ti como candidato presidencial (lo más probable) ¿Vas a ser capaz de reconocer sus resultados, en caso de que los contendientes presidenciales de la misma, los reconozcan o vas a cantar fraude de todos modos?

Prácticamente, él y María Corina siguen llamando a no votar ¿Cierto?

Es correcto. Hay que negociar condiciones electorales suficientemente satisfactorias para las partes y, promover la credibilidad de las mismas para estimular el voto. El problema con esto, es que ni María Corina ni "el Guai", serán los abanderados en las probabilísimas elecciones presidenciales de 2023; así que ganara quien ganara, le invadiría el virus del "eterno interinismo" político afinado con la canción del fraude. Por tanto, es "sacrificado" para nuestro "salvador", reconocer sus resultados y poner fin al "interinato eterno". Tienes que ser más cristiano "Guai", tu pequeño sacrificio de hombre "santo" es un gran salto para la solución política de los problemas del país.

¿Esperando a Donaldito?

Pareciera que "el Guai" está esperando que Donaldito vuelva al estilo de Arnold Schwarzenegger en "The Terminator", con su "i¨ll be back" incluido, en 2024 a la Casa Blanca. Y aún cuando, no niego que es una posibilidad que cada día engorda más; así mismo, creo que falta mucho tiempo para eso, tomando en cuenta adicionalmente, que "el desorientado", asoma la intención de poner fin a nuestro jaleo criollo, al estilo "Súper bigote mofletudo" (el cual, también engorda cada día más), en 2023. Por otra parte, hay que prever la posibilidad de correr con la suerte de quienes se encontraban esperando a "Goddot", en la obra de teatro del absurdo de Samuel Beckett, publicada en 1952, del mismo título (Goddot pudiera no aparecerse nunca). De tal manera, que nuestro "Guai" se las está jugando para eternizarse en el poder. No tengo duda.

¿"Save America", Trump Rally?

Donaldito se autodenominó "salvador" de EEUU y conjuntamente con su remedo de "Virgen María" (Leopoldo) ungió a su arcángel en Venezuela como nuestro "salvador"; una especie de salvador de media hebra, de pelusa.

Entre paréntesis

Vecchio se zumbó del barco en la entrevista realizada por Carla Angola el 27 de octubre de 2022. Ahí frente a las cámaras, se aligeró de ropa, ética y decencia. Quedó a pelos el hombre, y tirado en el piso el paltó de "embajador interino en Washington"; y como si en la vida, se disfrazó con el traje de buzo de refugiado político. Según él, y que se va a vivir con la comunidad venezolana a Miami. Allá lo está esperando la periodista Patricia Poleo con las uñas afiladas, una muñequera para el dolor y la lengua lista y afilada. Creo que le va a preguntar por sus ausentes u holgazanas gestiones a favor de la migración venezolana en la frontera con México y las nuevas condiciones aprobadas por la administración del "desorientado". Ya veremos.

En tu artículo anterior criticas las elecciones generales y su adelanto a 2023

Es cierto. En condiciones normales: alternancia, equilibrio y separación de poderes, respeto a los DDHH, representatividad, y demás condiciones de la democracia, deberían respetarse los lapsos y reglas de los mandatos. Sin embargo, en Venezuela no tenemos esas condiciones en la actualidad. Consecuentemente, el adelanto de las elecciones a 2023, así como su carácter general, parecieran ser una vía para allanar el camino hacia la concordia política y los modales rotos, de una sociedad esterilizada "por ahora" ("she´ll be back"). En todo caso, el adelanto de la fecha a 2023, imposibilita unas primarias del lado de la oposición y acorta los tiempos para estimular el voto, luego de una campaña en su contra (del voto) por más de 15 años. Por otra parte, el carácter general las entuba, se convierten en un "todo o nada". Aún así, hay que lanzársele encima a esta nueva oportunidad e ignorar a aquellos que la difamen.

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